Motores Ford y PSA, cuarta entrega

En 1998 Ford y PSA (Peugeot-Citroën) firmaban un acuerdo de cooperación tecnológica para la producción de motores diesel que dio como resultado los tetracilíndricos de 1.4, 1.6 y 2.0 litros HDI/TDCI y hasta una auténtica joya: el V6 de 2.7 litros y más de 200 caballos, de reciente aparición en modelos altos de gama firmados por los tres fabricantes aunque, como sin duda el lector no ignora, estos turbodiesel de rampa común se montan en más marcas que Ford, Peugeot y Citroiën; también en Mazda, Jaguar, Land Rover y Volvo fabricantes, todos ellos, que orbitan en el óvalo de Ford. Ahora, esta conjunción tecnológica se plasma en dos nuevas familias de gasóleos: el 2.2 litros destinado a vehículos industriales (Transit de Ford y los futuros comerciales ligeros de PSA) y una segunda novedad, que no estaba inicialmente prevista en los acuerdos, de 2.1 litros que se destinará a berlinas medias y altas. Cuatro son las potencias del 2.2 litros, dotado de turbo de geometría fija o variable: 85, 100, 120 y 130 CV. La culata es de 16 válvulas y se han optimizado los parámetros de la inyección «common rail» y otros de índole práctica para el ahorro de peso, como la colocación de la bomba de inyección directamente sobre el árbol de levas. En cuanto a la segunda gama de motores, también con culata multiválvulas, cubica 2.148 centímetros cúbicos, monta inyección directa de rampa común y tercera generación (1.800 bares de presión). Con el turbocompresor de geometría variable se barajan potencias de 156 y 170 CV, con un lato par de 40,8 metros/kilo a solamente 2.000 vueltas. Aunque también habr¿ña una versión de doble turbina fija, que también rinde 170 CV y entrega los mismos 40,8 metros/kilo de par, aunque medidos a 1.750 vueltas, con lo que se pretende aportan aún más elasticidad y progresividad al funcionamiento del motor. Todos estos nuevos motores montan filtro de partículas FAP sin mantenimiento.