Seat León 2.0 TFSI (185 CV), potencia controlada
Motor inédito «vestido» en acabado Sport-Up. El León vuelve a recibir la mecánica más potente en los catálogos de Seat. Inyección directa de gasolina, turboalimentado y 185 CV, por un precio de 23.000 euros.
Seat continúa reservándose los 200 «redondos» caballos para la versión FR del León, que no llegará hasta el próximo verano. De momento... habrá que «conformarse» con los 185 CV del recién aparecido TFSI, en una suerte de culto a la inyección directa de gasolina, eso sí, con el inestimable concurso de unos apreciables soplidos del turbocompresor y con, eso también, una no menos inestimable carta de presentación: 27,6 metros/kilo de par entre 1.800 y 6.000 vueltas, un abanico tan amplio que el nuevo integrante de la gama León se convierte, por derecho propio, en una de las elecciones más atractivas de los últimos tiempos en los catálogos del fabricante. En líneas generales, y por decirlo en dos palabras... el León anda -corre- muy poco menos que su primo-hermano el Golf GTI (del que hereda la mecánica, un poco rebajada desde luego) y gasta bastante menos (8,1 litros de media por cada cien kilómetros, tres menos que el Golf). Está visto que el León, la indiscutible «bandera» de Seat, está llamado, hoy más que nunca, a convertirse en la tabla de salvación de su fabricante que, para nadie es un secreto, no atraviesa precisamente por sus mejores momentos empresariales. Los drásticos recortes de plantilla a los que se enfrenta Seat, podrían paliarse o evitar males mayores si, como es presumible, el León TFSI se comporta comercialmente a la altura de las circunstancias. Salvo por los anagramas laterales, nada distingue al nuevo TFSI del FSI aspirado, con lo que hay que estar muy avisado en las gamas de Seat para apreciar las diferencias... salvo que se gire la llave de contacto. Entonces sí que aparecerá la treintena -un poco larga- de caballos suplementarios a disposición de un conductor que no verá en absoluto defraudado por el «ambiente» que se respira en el habitáculo del TFSI (asientos baquet , volante de cuero...). Eso, claro, por no hablar de las cifras prestacionales: 7,8 segundos en aceleración de cero a cien y 221 por hora de punta. Una civilización de los cronos , con respecto al Golf GTI, perfectamente asumida -y propiciada- por Seat que, insistimos, se reserva el «derecho de admisión» de los futuros 200 caballos para el FR -lo del Cupra puede ser «la bomba»... 240 CV, en noviembre de 2006-. Incluso la también mencionada -y contenida- cifra de par (un metro/kilo menos) es fruto de idéntica filosofía. Sea como fuere, lo cierto es que el León TFS propicia una conducción rápida sin que a su conductor se le erice el cabello y sin que el coche exija maneras de piloto . Puede que alguien piense que hablemos de la cuadratura del círculo... pero así es. Se trata de dar las mayores satisfacciones... sin sobresaltos. Y eso, sin necesidad de perder «los empastes» en cada paso por curva, por mucho que la suspensión se haya rebajado en 7 milímetros y sus tarados conozcan ahora un 10% de incremento en su firmeza. El TFSI adopta un generoso equipo de rodaje, con llantas de 17 pulgadas y neumáticos de 225 en perfil 45, a la vez que también se han revisado al alza las dimensiones de los discos de freno. El fabricante también se ha cuidado muy mucho de que la entrega de potencia resulte paulatina, gradual y sin «espantadas» bruscas, lo que también redunda en beneficio de una confortable conducción a elevados regímenes. Y la guinda... un sonido de escape rayano en la musicalidad, con una evidente potenciación de los graves a bajas revoluciones y un sonido normal, se diría imperceptible, a partir de las 2.500 revoluciones; es decir, cuando se circula en crucero. Por lo demás, el León TFSI pone a disposición del conductor profusión de ayuda electrónicas (ABS, TCS y ESP con EBA) y un completo abanico de airbag: conductor y acompañante, laterales delanteros (los traseros son opcionales) y de cortina, amén de cinturones de tres puntos en las cinco plazas. Opcionalmente pueden incorporarse el lector de CD con MP3 y mandos al volante, cargador para 6 CD bajo el asiento del acompañante, navegador, sensor de lluvia, techo de cristal con apertura eléctrica, faros bixenón, etc. En suma, que el León sigue cultivando la magia en los catálogos de Seat.