El primer vino del año

|||| Ya llegó, como siempre por estas fechas, fiel a su cita, el primer vino del año, el Maceración Palacio de Canedo, de Prada. Y este año llega con nuevas galas, con una botella estilizada y espectacular, que estrenó en su puesta de largo del pasado día 4, y en la que destaca, grabado en el mismo vidrio, el sello inconfundible de la casa con la cara del fundador en sus años mozos, allá por los sesenta, junto a la inconfundible firma de Prada. Pero si el continente es importante, lo esencial es el contenido, en el que Prada esta cosecha se ha vuelto a superar. La verdad es que las uvas de 2005 han sido buenas y que la elaboración de este extraordinario caldo ha llegado a su mejor momento, consiguiendo concretar todas las cualidades y calidades de la uva Mencía. Se trata, como saben, de un vino joven para consumir dentro del año, que tiene 14 grados de graduación alcohólica, aunque no se aprecien en su cata, ya que están enmascarados por sus deliciosos sabores y aromas frutales, procedentes de la variedad de uva con la que está elaborado. Es un caldo sin mistificaciones realizado con una producción completamente ecológica, que va desde el tratamiento de las cepas, hasta el último capítulo de su cuidada elaboración. Este año se pondrán en el mercado 34.000 botellas con su nueva etiqueta presidida, como ya es norma en los productos de Prada, con la imagen del Palacio de Canedo, cinta ineludible para todos los que quieran conocer la gastronomía y los buenos vinos del Bierzo.