Diario de León

En cien años, todos con pelo

Los científicos continúan desentrañando las bases genéticas de la calvicie masculina y sus posibles vías de curación. Esto es lo último en un campo en el que todavía no hay milagros

Publicado por
M. VILA | texto EDGARDO CAROSÍA | ilustración
León

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La ciencia se obstina en contradecir el refrán que dice que en cien años, todos calvos. Hoy por hoy, aún no se puede prevenir la calvicie, pero ya existen medios para frenar su avance o disimularla, sin recurrir a postizos. Las industrias cosmética y farmacéutica están aliadas en la búsqueda de soluciones aplicables a esa alopecia que suele comenzar con las famosas entradas , avanzando inexorablemente cráneo atrás. Es la llamada calvicie androgenética, que afecta fundamentalmente a varones. La sufren un 30% de los hombres blancos a los 30 años, aunque el porcentaje asciende hasta el 50% si hablamos de señores de 50 y se llega al 80% en los de 70. Se especifica hombres blancos porque la proporción de calvos en esta etnia es significativamente mayor que en las subsaharianas, asiáticas o amerindias. Diversos estudios han estimado que la calvicie androgenética se explica en un 80% por los genes que porta el individuo. Hasta mediados del siglo XX no se sabía que la calvicie era hereditaria. ¡Se llegaron a postular teorías tan peregrinas como que el movimiento de los músculos del cuero cabelludo era el causante de la atrofia de los folículos! Ahora bien, el modo de herencia de la calvicie no es del todo conocido: ni se hereda exclusivamente del padre ni exclusivamente de la madre. Como en la mayoría de los caracteres de la naturaleza, además de los genes (genotipo) existen ciertos factores ambientales que influencian el progreso y apariencia (fenotipo) de esa calvicie. Por ejemplo, los eunucos nunca desarrollan calvicie, aunque poseyeran predisposición genética a ella. El porqué se debe a que sus cueros cabelludos no cuentan con la concentración de ciertas hormonas andróginas (generadas en los testículos) que son clave para la atrofia de los folículos pilosos. Pero volvamos a la genética: ¿ha reflexionado el lector sobre si su calva se parece a la de su abuelo materno? El pasado mayo la prestigiosa revista American Journal of Human Genetics publicaba un estudio demostrando que la calvicie androgenética se debe en un 46% de los casos a un gen concreto: el AR ( androgen receptor ), situado en el cromosoma sexual X. Los autores explicaban que este gen se hereda por vía materna en los varones. El investigador alemán Axel Hillmer y su equipo postulan que en casi la mitad de los casos debe existir parecido entre la calvicie presentada por un varón y su abuelo materno (varón de quien ha heredado su cromosoma X). Otros genes que influyen en la cantidad de cabello, pero que no se heredan exclusivamente por vía materna ni paterna, son los que codifican para la proteína 5-alfa-reductasa, el gen de la insulina o el gen hairless (del inglés, sin pelo ). Sin embargo, ninguno de ellos es un factor genético causante de calvicie androgenética. Según Hillmer, aún resta por descubrir el gen o genes que expliquen el parecido entre la calvicie presentada por muchos padres y sus hijos varones. La búsqueda continúa, pero ahora más focalizada. Crecepelos y para-caídas El Centro de Información del Medicamento (CIM) del Colegio Oficial de Farmacéuticos coruñés declaraba a este periódico que la alopecia androgenética se trata en España mediante dos tipos de medicamentos. Por un lado están las soluciones de minoxidil, que se aplican por vía tópica y se comercializan bajo los nombres de Carexidil, Dinaxil capilar, Lacovin, Regaine o Regaxidil. Son necesarios al menos cuatro meses para notar sus efectos. El precio mensual de este tipo de tratamientos varía entre los 10 y los 30¿ y su dispensación no requiere receta médica (salvo para el Lacovin). Por otro lado está la finasterida, administrada por vía oral y comercializada como Propecia. Está indicada únicamente en varones y se dispensa con receta médica. El coste mensual de este tratamiento asciende a unos 56¿ y son necesarios de 3 a 6 meses de tratamiento para apreciar los primeros resultados. Ojo, ninguno de estos tratamientos es efectivo si la calvicie es completa. Pelos del futuro Terapia génica y células madre son conceptos de actualidad también en la investigación contra la calvicie. En 1997 se hablaba de la posibilidad de desarrollar una crema que restringiese la acción de genes involucrados en la cadena bioquímica que atrofia el folículo piloso. Tal avance no se ha producido todavía. Pero hacia esa línea (terapia génica) apunta un reciente descubrimiento. En septiembre del 2005 el equipo de la doctora Catherine Thompson (Instituto Kennedy Krieger, EE.UU.) publicaba en la reputada revista PNAS que la interacción entre una proteína ( wise ) y un gen ( hairless ) podía activar el crecimiento de pelo en ratones calvos. El proceso de activación de dicho crecimiento capilar involucra a las células madre generadoras de la raíz del pelo. Pero ni tanto, ni tan calvo: el descubrimiento, aunque prometedor, todavía no tiene aplicación en humanos.

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