Transformación al calor del negocio blanco

San Isidro inició la temporada hace una semana inmersa en un proceso de transformación. El proyecto de expansión empujará a la estación más importante de la provincia al mayor cambio de su historia desde que nació a mediados de los setenta. El plan director que prepara la Diputación, y que deberá estar listo en primavera, prevé la ampliación de la superficie esquiable pivotando su crecimiento principalmente hacia los sectores de Riopinos y Requejines. Además, el diseño de nuevas pistas irá acompañado de más remontes y cañones para la producción de la nieve artificial. Actualmente, el enclave cuenta con un área esquiable que supera los 23 kilómetros, aunque con la expansión podrían acercarse a los 30. Además, el desarrollo por parte del Principado de Asturias de la vecina estación Fuentes de Invierno -en una primera fase con 10 kilómetros de pistas que entrarán en servicio la próxima temporada- abre también nuevas perspectivas para la estación leonesa. Ambos espacios estarán unidos a través de un remonte en el área de Riopinos, con lo que la superficie en conjunto para los esquiadores y amantes del snowboard cobrará otra dimensión. Esta conexión obligará a la Diputación y al Principado a llegar acuerdos para ofertar un forfait común y desarrollar juntos una política de promoción para atraer a miles de visitantes hasta esta zona de la Cordillera Cantábrica. Paralelamente al plan director, la institución provincial pretende impulsar la «olvidada» vertiente de Valdelugueros, que da acceso a San Isidro por el sector de Riopinos. Para esta base, el Palacio de los Guzmanes plantea la construcción de un párking, un edificio de servicios, otra escuela de esquí y la mejora de la carretera entre La Vecilla y Vegarada. Ocio alternativo a la nieve La expansión descrita también irá acompañada de un plan urbanístico que ya ha comenzado a desarrollarse, con la construcción del primer bloque de apartamentos. En un horizonte de cuatro años, la estación leonesa contará con casi 400 nuevas viviendas, siete hoteles y un centro comercial. Se trata de un proyecto que desarrolla la sociedad Ski Golf Resort, que tiene entre sus accionistas al campeón olímpico Paco Fernández Ochoa. La Diputación, asimismo, trabaja en el diseño de un plan de ocio alternativo a la nieve, con el objetivo de desestacionalizar la oferta en San Isidro. Contempla una piscina climatizada, con spa y pista de hielo; un campo de golf y un polideportivo cubierto con canchas polivalentes. La inversión prevista para estos proyectos superará los 70 millones de euros: 60 por parte de la iniciativa privada y algo más de 10 millones financiados entre la institución provincial y la Junta. La expansión diseñada pretende convertir a San Isidro en la estación de referencia del noroeste español y atraer a visitantes con paquetes turísticos, semejantes a los que consolidaron hace ya muchos años a los enclaves de esquí de los Pirineos o Sierra Nevada. La provincia de León aspira también a contar con un corredor de espacios de nieve de este a oeste de la provincia, que se vería impulsado de una forma definitiva con el desarrollo de San Glorio.