Diario de León

Nissan Micra C+C, coquetería a cielo abierto

Techo rígido escamoteable, una solución «dos en uno» que está tomando carta de naturaleza en los catálogos de muchos fabricantes generalistas. Ahora le toca el turno a Nissan y a su utilitario Micra. Por 20.000 euros, y en una veintena de segun

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JAVIER FERNÁNDEZ | texto
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Ya no choca tanto, aunque sigue siendo tan sugestivo -el concepto- como cuando Peugeot, con el 206 Coupé Cabriolet, se atreviera a lanzarlo a un mercado, el de los utilitarios, que ni siquiera soñaba entonces con la tal posibilidad sólo vista en coches altos de gama... y de peculio. Siguiendo la estela, Nissan se atreve, no sólo a proponer la fórmula Coupé Cabriolet, también a ir un paso más allá en la oferta: techo rígido escamoteable y de cristal y, eso también, un maletero «panorámico»... en versión cerrada, claro está. El caso es que el coqueto utilitario firmado por los nipones, que cuenta con muchos puntos a su favor, viene a engrosar una lista cada vez más abultada y, por ende, competida: Peugeot 206 CC (también 307 aunque en otro segmento superior), Opel Tigra Twin Top, Ford StreetKa, Mazda MX-5 y, si apuramos un poco el escalón, podría llegarse hasta el Citroën C3 Pluriel. Eso, por no hablar de algunas próximas novedades que llaman también a la puerta de los cielos abiertos: Mitsubishi ya tiene a punto un Colt CC -o como quiera que finalmente lo denominen- y hasta hay quien habla ya de un Clio «convertible». Y como cada maestrillo tiene su librillo, cada cual interpreta el concepto como mejor conviene a sus intereses. Tanto en el 206 como el Tigra comparten la técnica de techo escamoteable con, eso sí, la obligación de desenganchar previamente sendos anclajes antes de accionarlo; el Ford cuenta con la tradicional capota de lona y con la opción del techo duro desmontable. Las plazas traseras son inexistentes en el Tigra y en el StreetKa y testimoniales en el 206 CC y en el Micra C+C. La novedad del techo de cristal -en su parte central-, proporciona al Micra una evidente sensación de luminosidad interior; se diría que lo hace más «amplio», aunque la tal amplitud sólo sea una mera sensación, porque el 206 CC sí resulta verdaderamente más habitable. Con todo, tampoco hay que comerse demasiado el coco; el concepto Coupé Cabriolet, en los utilitarios, tiene necesariamente que pagar un peaje -bastante alto por cierto- en cuanto a recorte de cotas interiores... en algún sitio hay que guardar el techo rígido, por mucho que nuestro protagonista, conviene insistir en ello, pueda presumir de ofrecer el maletero más amplio de su categoría: 510 litros con la capota cerrada (390 litros para el 206 y 350 para el Tigra, así que...). Con el coche abierto la cosa cambia radicalmente, sólo se dispondrá entonces de 225 litros con, eso también, un angosto acceso de carga. Aunque, volvemos a lo mismo, «tres son multitud», ni estos coches son autobuses ni su propietario estará muy dispuesto a compartir estrecheces con «incómodos» pasajeros (estupenda fórmula para desembarazarse de eventuales pelmas de turno a la salida de la oficina). Los testimoniales huecos de los asientos traseros siempre pueden servir como «portaobjetos de emergencia». Una veintena de segundos y el Micra se habrá descubierto... ante ustedes. La operación de destape , completamente automática, se llevará a cabo mediante el accionamiento de un sencillo botón situado entre los asientos y previa colocación del freno de mano y colocación, como en todos, de la tela de seguridad en el interior del maletero. Karmann, firmante del sistema, incluso ha tenido la delicadeza de, además de realizar la operación en parado, poder hacerlo también si el coche no supera los 5 por hora de velocidad... por si la lluvia acecha inopinadamente. Aunque el Micra C+C puede montar dos mecánicas: el 1.4i de 16 válvulas y 88 CV y el 1.6i de 16 válvulas de 110 CV, a nadie se le oculta que es ésta última la lección más acorde con la filosofía y exclusividad del modelo. Se trata, como el lector ya habrá adivinado, el mismo cuatro cilindros multiválvulas e inyección multipunto (gasolina) y construido en aluminio, que anima la versión SR del Micra, con lo que el dinamismo en el C+C está más que asegurado. Aún con montar unos desarrollos cortos en la caja manual de 5 velocidades, lo que propicia unas buenas aceleraciones, las cifras de consumo no se disparan: alrededor de los 7 litros -quizá algo más- por cada centenar de kilómetros, lo que acaba por propiciar una autonomía que supera con creces los 500 kilómetros. Por lo demás, el Micra C+C ofrece un equipamiento suficiente, donde se cuentan elementos como el climatizador automático (hablando de la superior versión Tekna), retrovisores calefactados, faros antiniebla, pedales en aluminio perforado, radio con CD. En el capítulo de seguridad y ayudas electrónicas no faltan los 4 airbag (dos delanteros y dos laterales), frenos con ABS y asistencia y distribución electrónica de la frenada y reposacabezas activos. Desde luego, por un millar de euros suplementarios, sí que resulta mucho más aconsejable la versión alta de gama. En definitiva, que el Micra viene a sumarse a un club, el de los utilitarios CC, que cada día gana enteros en los catálogos de los fabricantes... y en el corazón de los compradores.

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