España genera al año 300.000 toneladas de neumáticos usados

Uno de los residuos que más caracterizan a las sociedades desarrolladas modernas, tan dependientes del automóvil, son los neumáticos fuera de uso (NFU), que han llegado a convertirse en un problema que no para de crecer. Según los datos que maneja la UE, en los últimos años se han generado en la Europa de los Quince, unos 205 millones de unidades, es decir, más de tres millones de toneladas. En España, los últimos datos disponibles indican que en los años 2003 y 2004 se generaron 297.000 y 305.000 toneladas, respectivamente, es decir, más de 6 kilogramos por habitante y año. Para paliar este grave problema medioambiental, se ha aprobado un Real Decreto sobre la gestión de neumáticos fuera de uso cuya finalidad es prevenir su generación y establecer el régimen jurídico de su producción y gestión. Este tipo de residuos requiere un tratamiento jurídico-técnico específico que, aplicando los principios teóricos básicos de la gestión de residuos, permita reducir su generación y reciclar sus componentes. Aunque se trata de un residuo no peligroso, sus particulares características de no degradabilidad en la naturaleza o su alta capacidad calorífica (que dificulta su extinción en caso de incendio), constituyen factores que aconsejan la adopción de una norma que los regule teniendo en cuenta esas características propias. Gestión ambiental En 1999 la UE aprobó una Directiva por la que se prohibía la eliminación por depósito en vertedero de los neumáticos enteros a partir del año 2003 y de los neumáticos troceados a partir del 2006. En el año 2001, el Gobierno español aprobó el Plan Nacional de Neumáticos Fuera de Uso 2001-2006, en el que se preveía la elaboración y aprobación de un esquema económico para asegurar la correcta gestión ambiental de los NFU. El Real Decreto que acaba de aprobarse culmina el proceso tendente a optimizar la gestión de los neumáticos usados (excepto los de bicicleta y aquellos cuyo diámetro exterior sea superior a 1.400 milímetros) estableciéndose la responsabilidad de los productores obligándoles a elaborar planes de fabricación que prolonguen su vida útil, faciliten su reutilización y el reciclado final de su uso. De esta forma, se garantiza la prevención y la correcta gestión ambiental de este tipo de residuos y se hace efectivo el principio de quien contamina, paga. El decreto identifica la figura del «Generador de residuo» (los talleres de automóviles, por ejemplo) estableciendo sus responsabilidades, entre las que destaca la de hacerse cargo de los residuos de neumáticos que generen como consecuencia de la prestación de un servicio dentro del marco de sus actividades. En este sentido estarán obligados a entregar los NFU al productor de neumáticos, a un centro autorizado o gestor o gestionarlos por sí mismos. Los objetivos del decreto contemplan la recuperación y valorización del 100% de los NFU troceados generados antes del año 2007, incluidos los ya almacenados en los vertederos o depósitos existentes; la prohibición de la eliminación (vertido o incineración sin recuperación energética) de los NFU enteros y de los troceados a partir del 1 de enero del presente año; la reducción en un 5% en peso de los NFU generados mediante el alargamiento de la vida útil de los neumáticos y la mejora del uso del neumático y de la conducción de los vehículos, en el periodo 2001-2006. Antes del 1 de enero del año 2007 se prevé, igualmente, el recauchutado de al menos un 20% en peso de los neumáticos usados, el reciclado del 25% en peso de los procedentes de vehículos de turismo y el reciclado del 25% en peso de los procedentes de camiones. Además, los productores han apostado por el procedimiento de Sistema Integrado de Gestión (SIG) y se ha constituido una entidad sin ánimo de lucro denominada SIGNUS ECOVALOR, que de forma inmediata tramitará sus autorizaciones como SIG en las comunidades autónomas, para responsabilizarse de la correcta gestión ambiental de los neumáticos, una vez que éstos se convierten en residuos.