Volvo S60 D5, grandes rutas

|||| Habitáculo de lujo en una envoltura discreta y elegante. El Volvo S60 adquiere una nueva dimensión rutera con la adopción del motor turbodiesel D5 (185 CV). Su precio oscila entre 35.500 y 42.330 euros, según versiones de equipamiento y acabado. Volvo propone, con el D5, una suerte de «tres en uno»; es decir, tres motores diferentes, todos ellos con sobrealimentación turbo y cuya expresión más potente dispone de 22 caballos suplementarios que deja la cota de potencia en unos excelentes 185 CV con los que nuestro protagonista se convierte en todo un tragamillas capaz de cubrir más de 900 kilómetros sin visitar el surtidor, habida cuenta que su media de consumo juguetea con los 7,5 litros por cada centenar de kilómetros. Con estos mimbres, el fabricante sueco se sitúa en una inmejorable posición para dar la batalla, con garantías de victoria, en el segmento medio-alto; un escalón de mercado que le gusta especialmente a Volvo y donde el fabricante sueco ha realizado evidentes progresos en los últimos años. Conservando la cilindrada (2.4 litros) y la arquitectura básica (5 cilindros) de la anterior denominación D5 (163 CV) que ahora pierde su condición de tal, Volvo ha llevado a cabo remodelaciones tan profundas que podría hablarse de un motor nuevo: sensible incremento del par (de 34,5 a 40,8 metros /kilo), modificaciones en la culata (aumento del tamaño de la cámara de combustión), turbo de geometría variable y ligeros retoques en los conductos de admisión; eso, por hablar sólo de los cambios más significativos y no caer en farragosos tecnicismos. Consecuencia: mayor elasticidad, fulgurantes recuperaciones desde los regímenes bajos y medios y unas aceleraciones dignas de elogio (8,2 segundos de cero a cien). Y ello, sin penalizar los consumos y logrando una también evidente contención de emisiones contaminantes al montar filtro de partículas que no requiere mantenimiento. Eso, por no hablar -que también- de un encomiable escalonamiento de la caja manual de 6 velocidades: más bien cortas las cinco primeras, de ahí las aceleraciones, y una sexta «tirando» a larga, lo que acaba por traducirse en el carácter eminentemente rutero del S60 D5. Es verdad que el consumo urbano se ha incrementado aunque... tampoco tanto como asustarse. Equipado con el chasis (opcional) Four-C estrenado anteriormente en las versiones «R», el modelo gana también muchos enteros a la hora de abordar todo tipo de trazados, desde los largos apoyos en las abiertas curvas de autopista, hasta la cuerda en el bolsillo de los revirados recorridos de montaña. Así, el S60 D5 gana también en versatilidad de uso desde el momento en que el tal sistema dispone de amortiguación variable, cuya gestión electrónica es capaz de variar la firmeza de los tarados hasta 500 veces (¡) por segundo. El precio es otra de las «contenciones» -por equilibrio- del modelo, por mucho que resulte criticable la ausencia de rueda de repuesto normal y que el fabricante haya optado por la dichosa galleta de emergencia. En suma, un coche brillante, equilibrado en su relación precio/equipamiento/prestaciones y dotado de una excelente mecánica turbodiesel de última hornada.