Los artistas leoneses celebran las bodas de plata de Arco

Cerró sus puertas Arco'06. Celebró su efeméride particular cumpliendo su primer cuarto de siglo, en el que ha conseguido situar a nuestro país en el mapa del mercado artístico internacional. Si comparamos las cifras de aquella primera edición y éstas últimas, podemos comprobar cómo ha ido evolucionando en todos los órdenes: de 90 galerías ha pasado a tener 278; 25.000 visitantes en el primer certamen que han alcanzado ahora la cifra de 200.000, sin olvidar a los 3.400 periodistas acreditados actualmente frente a los 182 de los primeros tiempos. Éstos son sólo unos pocos datos que reflejan cómo una apuesta desde la nada ha pasado a ser una feria de referencia. En todo caso, no todo han sido momentos de gloria y, como en otros sectores, el mercado del arte se ha visto sacudido por los mismos acontecimientos que afectan a la evolución de la economía. Así, de la nada inicial, se pasó al éxito comercial de los ochenta para descender tras la guerra del Golfo. Actualmente la tendencia apunta a un claro ascenso y dentro de los ciclos sobre los que fluctúa este mercado de lujo ahora toca subirse a la cresta de la ola. La realidad de este Arco'06 es que, como siempre, la mirada queda asfixiada entre tantas imágenes. Es cierto que es una feria y lo que podemos valorar en ella es cuál es el estado de salud del mercado del arte y no cuáles son las propuestas más interesantes y lo que de hecho crean los artistas como propuesta global. Las obras están sometidas a la rigidez del stand y, al igual que en los supermercados, la atención del espectador es reconducida hacia la oferta, no hacia lo que sacia sus necesidades, en este caso, de placer estético. Porque no olvidemos que hablamos de arte. Y en estos espacios es absolutamente imposible vivir estas obras. No es viable aislar las cotas perceptivas necesarias, bien de silencio, o bien de pasión, para extraer todo lo que las obras nos ofrecen. En definitiva, la mirada del inversor ha devorado la mirada del espectador. Con todos los lenguajes En Arco hay espacio también para soportes distintos que tienen una comercialización más compleja. En esta edición se han diversificado en distintas secciones alternativas al programa general. Así, Cityscapes, que sustituye a lo que fueron los Nuevos Territorios, y los Cutting-Edge fue la parte que reunió a más galerías. Se trata de 39 propuestas unidas por la ciudad como entorno, como lugar de experimentación. Conviven las grandes metrópolis con las ciudades «periféricas». Este año se estrenó también On Youthculture, propuesta que pretende destacar la obra de jóvenes artistas en el ámbito de lenguajes alternativos como el graffiti y que participan de la cultura underground en general. Project Rooms es ya un proyecto consolidado en la feria donde este año destacó una importante presencia de galerías nacionales. En general se mantuvo el espíritu de experimentación en las propuestas de esta sección. Como celebración del 25 aniversario, María de Corral seleccionó 16 proyectos de otros tantos jóvenes artistas españoles donde estaban presentes todas las disciplinas, desde el vídeo hasta la pintura, pasando por la instalación. Éste sí fue un buen termómetro del panorama artístico del momento. Una mirada general a la feria nos confirma que los nuevos lenguajes y las nuevas tecnologías se van asentando poco a poco y van teniendo más presencia en el programa general. Impresionante por el número y por la calidad todas las propuestas fotográficas que año a año van ganando terreno y se consolidan con fuerza en el mercado. Como ejemplo, la fotografía ha sido la disciplina que ha merecido más atención en lo que a compras se refiere por parte del Museo Reina Sofía en la presente edición. La pintura fue la estrella del certamen. Presentada en formatos asequibles estaban los clásicos y las grandes firmas de siempre. Junto a ellos las nuevas apuestas con obras tremendamente cargadas de color, muy digeribles, apelando al contacto fácil con la mirada. Es posible que estemos asistiendo a una «barroquización» de esta disciplina, tendencia que quizá tenga que ver con los buenos resultados con los que se cerraron las cuentas este año.