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Sabrosos matrimonios sólo por amor

Los vinos de la bodega aragonesa Enate y las creaciones gastronómicas de los restaurantes Vivaldi y Lago de Panticosa celebraron sus esponsales en León

Publicado por
MARCELINO CUEVAS | texto
León

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Los hosteleros son gente radical y dispuesta siempre a llevar la contraria. Ya me dirán si no es una locura en estos tiempos de desencuentros y divorcios, intentar maridar, hacer parejas de hecho, con ocho vinos y ocho platos de la mejor cocina de autor. Pues, a pesar de estar a contracorriente de los latidos posmodernos que en estos días vive la sociedad, no sólo lo han intentado¿ para asombro de propios y extraños lo han conseguido con el mayor de los éxitos. Los padrinos de tan extraordinaria componenda, los gastronómicos celestinos del emparejamiento han sido, por la parte de la cocina, dos estupendos profesionales, Antonio Organero, del restaurante Lago de Panticosa, situado en lo más abrupto y hermoso del Pirineo de Huesca, y Carlos D. Cidón, galardonado cocinero del Vivaldi, estrella rutilante del Barrio Húmedo leonés. Y por parte de ellos, de los vinos, las Bodegas Enate, del Somontano aragonés. No se lograron ocho parejas, ya que hubo vinos que consiguieron enamorar a dos o más platos, mientras otros se quedaron tristes y solos esperando mejor ocasión. Comenzó el festejo con una degustación de jamón y lomo ibéricos, procedentes de la firma salmantina, de Guijuelo, Marcos Sotoserrano, que también está en la órbita empresarial de las bodegas Enate. Exquisitas chacinas ibéricas criadas en las estribaciones de la Sierra de Francia, contrajeron matrimonio con el Merlot-Merlot, una de las elaboraciones más distinguidas de la saga, que combina contundencia y potencia con encanto y elegancia. Los Garbanzos de pico de pardal, buque insignia de Vivaldi, acompañados de carrillera de cerdo ibérico, se emparejaron con una de las grandes estrellas de la bodega, el Rosado, que ha conseguido situarse entre los diez mejores vinos del mundo en algunas ferias internacionales. Parejas de gran porte La Panceta ibérica con alcachofas, calabaza y chalota garrapiñada, se fue con el Enate Tinto Reserva 2001, un novio de color granate muy cubierto, con amplio y complejo abanico aromático y un sutil fondo especiado. Una pareja de mucho porte. No hay espacio para hacer historia de cada uno de los emparejamientos, pero no queremos olvidar el sensacional Solomillo de cerdo ibérico atemperado con regaliz y frutos rojos, que llevó al altar al Enate Varietales de 2002, vino con notas de frutos rojos y unos taninos nobles y maduros que garantizan un paso por boca carnoso, amplio y sabroso. Entre los platos más originales del convite estuvo la Sopa de yogurt y miel con dulce de sobrasada, helado de aceite de oliva y crujiente de pan. Toda una amplísima panoplia de sabores que casa perfectamente con el Rosado, que consiguió así su segunda pareja. Original y sugestivo fue también el postre que aportó Carlos D. Cidón, Bollo de chicharrón de cerdo ibérico, gratinado con queso de Arzúa-Ulloa y sopa de frutas. Los asistentes decidieron emparejarlo con el Gewürztraminer, toda una obra maestra emparentada con sus ascendientes alsacianos y lleno de matices florales y frutales. Un vino que bien se mereció el premio de abrir el baile con un fastuoso vals. No sabemos lo que durarán las parejas, porque no son estos tiempos que tengan vocación de eternidad, pero nadie nos puede quitar ya el momento feliz del que los asistentes, metidos a casamenteros, disfrutamos. Las bodegas de Enate se encuentran ubicadas en Salas Bajas (Huesca), dentro de la Denominación de Origen Somontano, tiene unas 4.000 hectáreas de viñedo y un volumen de cosecha de unos 17 millones de kilos. Con sus uvas elaboran vinos de alta calidad con las variedades Carbernet Sauvignon, Merlot y Tempranillo, en lo que se refiera a uvas tintas y Chardonnay y Gewürztraminer, en blancas. Partiendo de las modernas y vanguardistas instalaciones de la bodega, obra del prestigioso arquitecto Jesús Manzanares, todas las manifestaciones de Enate están íntimamente ligadas con el arte. Las etiquetas de sus vinos han sido diseñadas por grandes creadores como Antonio Saura, Eduardo Chillida, José Boulas, Salvador Victoria, Antoni Tàpies, Frederic Amat o el continuador de Gaudí en las obras de la barcelonesa Sagrada Familia, Josep Maria Subirachs. Enate posee una importante pinacoteca con la que viene realizando exposiciones en diferentes ciudades españolas. Resumiendo, una apasionante aventura que tuvo como escenario el restaurante Vivaldi, en el corazón del Barrio Húmedo.

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