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Altica, el coleóptero del rombo... ¿sucesor del Laguna?

Puede que sea mucho decir... que el ensayo Altica llegue a convertirse en el futuro Laguna. De momento, «sólo» un prototipo de concepto que Renault desvela en el Salón de Ginebra. ¿Y más adelante? Puede...

Publicado por
JAVIER FERNÁNDEZ | texto
León

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Promete convertirse en la estrella de la muestra ginebrina. El rombo lo bautiza como «Coupé-Break» y Patrick Le Quément, responsable de diseño en Renault, no tiene empacho en afirmar que el concepto Altica «encarna un equilibrio entre fluidez y deportividad» o, lo que es lo mismo, que el prototipo en cuestión viene a ser la expresión dinámica del break, con una gran calidad de vida a bordo y capaz de conjugar la vertiente deportiva de un coupé con el sentido práctico de un familiar. Aún más, ya hay quien afirma que muy bien podríamos encontrarnos ante una suerte de ensayo general del futuro Laguna, que se lanzará al mercado el próximo año 2007. Quizá sea mucho decir, pero... soñar no cuesta nada, o casi. Al menos, quizá no sea tan descabellado colegir que del Altica puedan extrapolarse ciertas pinceladas estéticas al nuevo Laguna, máxime si se tiene en cuenta que la gama -muy en la línea de otros competidores- contará con una versión coupé. Eso, y el hecho, este sí que totalmente cierto, de que el futuro Laguna -se supone que Renault seguirá manteniendo el nombre- supondrá el finiquito para el Vel Satis, que dejará de producirse a finales de este año 2006 y cuyo hueco deberá ser cubierto por un modelo alto de gama, un escalón de mercado siempre «conflictivo» (por decirlo de una manera «suave») para los fabricantes generalistas. Lo único cierto, a tenor de las fotografías oficiales distribuidas por el fabricante galo, es que el largo capó del Altica, y sus esculpidas formas, subrayan un carácter muy dinámico, mientras su modularidad interior propicia unas excelentes condiciones de carga. El interior se ha diseñado a imagen y semejanza del exterior: deportivo y dinámico. El puesto de conducción, suspendido, dispone de una estructura de cuatro brazos perfilados, que recuerdan -o se inspiran- en el universo de la Fórmula 1. También el techo transparente y el parabrisas panorámico abren el coche al exterior, iluminando el habitáculo. Mientras el mosaico (celosía) de custodias laterales zagueras deja pasar la luz a imagen de las cristaleras, convirtiendo el ambiente interior en un «recinto caluroso». La disposición y orientación de los elementos permiten al conductor disponer de una buena visibilidad trasera, indispensable en maniobras ciudadanas. A la vez que los faros delanteros, con cuatro modos de utilización (luz de día, posición, cruce y largas), funcionan con la ayuda de un sofisticado bloque de diodos. Con unos cortísimos voladizos delantero y trasero, además del acceso por medio de puertas basculantes tipo élitro (inspiradas en las endurecidas alas anteriores de los coleópteros que no les sirven para volar sino como cobertura para las dos alas posteriores, las auténticamente aptas para el vuelo), en el interior del Altica se encuentran unos asientos delanteros fijos... lo que se regula es el volante y el conjunto de pedales a voluntad del conductor (la idea viene del prototipo Z12 Talisman presentado hace cinco años). El cuadro de instrumentos está situado solidariamente encima del volante y sus indicadores ofrecen dos modos de lectura: «confort» para una conducción relajada (se encienden luces rojas cuando se superan los límites de velocidad legales) y «sport», los testigos luminosos desaparecen y en su lugar apareen los dígitos del cuentavueltas y la presión de aceite. El prototipo de Renault está animado por una versión del nuevo 2.0 dCi (turbodiesel de inyección directa) que rinde 177 CV y propicia que el Altica acelera de cero a cien en 7,5 segundos; la caja de cambios es manual de 6 velocidades y la tracción delantera. Entre las curiosidades -algunas más- del Altica, señalar su sofisticado estudio aerodinámico. Un sistema de chorro de aire adaptado al techo permite reducir el apoyo aerodinámico del coche en hasta un 15% a 130 por hora (el Cx es de 0,25) y también -ya se ha dicho- la curiosa celosía del montante posterior que mejora la visión ¿ trasera del vehículo.

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