«A la gente le cuesta ir al cine a ver cosas serias»

Fernando Tejero es uno de los rostros más conocidos de la televisión, de la que se ha despedido temporalmente por un proyecto muy especial: Días de cine , la segunda película de David Serrano, director y guionista con el que consiguió el Goya al mejor actor revelación en 2004 por Días de fútbol . «He llevado este rodaje con mucho disfrute por el reencuentro con David y el resto del equipo. Volver a trabajar con Alberto San Juan, Andrés Lima y Nathalie Poza ha sido muy bonito porque con ellos empecé, son mis maestros», dice el famosísimo portero de Aquí no hay quien viva , papel que no ha cambiado la sencilla personalidad del actor cordobés. Tejero lleva unos años saboreando la parte más dulce de esta profesión, en la que ha demostrado que hay vida más allá de la pequeña pantalla. Pescadero en su Córdoba natal, a Tejero le llueven las ofertas cinematográficas, incluso del extranjero. Ha dicho no a Gerard Depardieu por un problema de fechas- Pero, por el momento, tiene intención de trabajar su carrera en España. Así, cuando acabe Días de cine , repetirá con Roberto Santiago, a cuyas órdenes lanzó El penalti más largo del mundo . Feliz por estar de nuevo en manos de David Serrano, «al que le veo mucho más director, se nota la madurez con la que está haciendo la película», Tejero está a punto de finalizar Días de cine , comedia ambientada a finales de los setenta en la que da vida a Fino, el amigo incondicional de una folclórica de capa caída con quien un prestigioso hombre de teatro y antifranquista destacado intenta rodar un drama de denuncia social. «La historia es mucho más bonita que Días de fútbol . Va a quedar preciosa...Por las situaciones, te puedes pasar todo la película llorando porque es muy dramática, pero estoy seguro que la gente se va a reír. Soy el acompañante de una folclórica, con la que mantengo una relación casi maternal. Es que Fino idolatra a esta mujer con la que está hipotecado porque no es nada sin ella. Si ella le deja, es un desgraciado», declara. No esconde Tejero que uno de los referentes para fabricar a Fino ha sido Juan Díaz «El Golosina», íntimo amigo de numerosas folclóricas e incondicional de la desaparecida Lola Flores. «He hablado con él y me ha contado muchas cosas de su relación con la familia Flores. Pero Fino no es «El Golosina», he creado mi propio personaje porque yo también soy muy folclórico, he mamado la canción española», apostilla. Censura y destape Dice el actor que la cinta también retrata la situación del cine español a finales de los setenta. «Afortunadamente, la situación ha cambiado mucho porque en esos años había censura y había que hacer lo que quería el productor, bueno esto sigue ocurriendo todavía. Y también estaba el destape. Ahora, todo está mucho mejor, aunque hay algunas personas que todavía actúan como si estuviéramos en aquellos años», dice. Tras pequeños papeles en Torremolinos 73, Crimen ferpecto y El asombroso mundo de Borjamari y Pochol o, Fernando Tejero se metió en la piel de un personaje real, Juan Carlos Delgado, conocido como El Pera, precoz delincuente en la década de los 70 que llegó a los fotogramas con el título Volando voy. « No ha sido muy taquillera, pero ha funcionado. Estoy muy contento con el trabajo que hice y la crítica me ha tratado muy bien en mi primer rol dramático».