Cerrar

Del país de los ástures al Reino de León

Pese a que los árabes describen la inicial rebelión norteña como un levantamiento de «treinta asnos», el núcleo se consolida y acaba fundando el reino leonés, creador del primer parlamento europeo

RICARDO CHAO

Publicado por
MIGUEL ÁNGEL GONZÁLEZRICARDO CHAO | texto
León

Creado:

Actualizado:

«... se levantó en tierras de Galicia un asno salvaje llamado Pelayo. Desde entonces empezaron los cristianos en al-Ándalus a defender contra los musulmanes las tierras que aún quedaban en su poder, lo que no habían esperado lograr (...). La situación de los musulmanes llegó a ser penosa, y al cabo los despreciaron diciendo 'Treinta asnos salvajes, ¿que daño pueden hacernos?'» (Al-Maqqari Nafh al-tib) Según las crónicas, Pelayo era hijo del dux (duque) Favila y se refugia en Asturias al producirse la invasión islámica. El gobernador musulmán Munuza, que reside en Gijón, pretende a la hermana de Pelayo, por lo que le envía a Córdoba como rehén, aunque escapa de allí en el año 717. Refugiado en los Picos de Europa, incita a los ástures a rebelarse contra el invasor. La pretensión del gobernador de casarse con la hermana de Pelayo y el matrimonio de la hija de éste con el futuro Alfonso I, hijo del dux de Cantabria, nos sugieren que Pelayo podría ser hijo del dux de Asturia, y que todas estas alianzas matrimoniales buscarían la legitimidad de la nueva situación. En todo caso, nace en los Picos de Europa el embrión de un nuevo estado, el Reino de los Ástures, cuya capital primera será Cangas de Onís. Alfonso I (739-757) incorpora todo el norte al denominado Astororum Regnum , expansión que se ve favorecida por la sublevación contra los árabes por parte de los bereberes, que abandonan Galicia. Según las crónicas, Alfonso reconquista muchas poblaciones aunque no las retiene, sino que se lleva al norte sus poblaciones cristianas. Silo (774-783) traslada la capital a Pravia y consigue incorporar definitivamente la Galicia nororiental por ser un gran propietario de esta zona. Más tarde, con Alfonso II (791-842) se producirá la integración pacífica del resto de Galicia. La corte se traslada a Oviedo dando comienzo al Regnum Obetense . En este periodo se produce el descubrimiento de la supuesta tumba del Apóstol Santiago, de gran trascendencia política, ya que legitima para el reino la creación de una Iglesia independiente de la de Toledo. Alfonso III (866-910) consigue extender el reino más allá del Duero, repoblando villas y fundando ciudades fronterizas. El territorio occidental de la meseta norte es repoblado por gentes del Bierzo y la Montaña, mediante un proceso basado en hombres libres y la concesión de fueros a villas y pueblos que supondrá la base del Derecho Consuetudinario Leonés que ha pervivido hasta nuestros días, y constituye parte esencial de nuestra identidad histórica. Su hijo García I (910-914), tal vez ayudado por sus hermanos y por su suegro el conde castellano Munio Muñoz, se rebela contra él y Alfonso se retirará a Zamora. García se corona y fija su corte en el solar de la antigua Legio VII, delegando el gobierno de Galicia y Asturias en dos príncipes subordinados; sus hermanos Ordoño II (914-924) y Fruela II (924-925). Por su parte, Castilla es controlada por Munio. A partir de entonces comienza a hablarse del Regnum Legionense en el que se definen cuatro espacios: Galicia, Asturias, Terra de Foris y Castilla, si bien existen otros distritos como Liébana, Trasmiera, Bierzo o Campos. El nombre de Asturias se limita a la Asturias transmontana, mientras que la cismontana, León, pasa a llamarse Terra de Foris, en la que también se inscribe el Bierzo y que es distinguida de Campos. Entre los principales logros de los reinados de este periodo cabe citar los Fueros de León, la más antigua legislación territorial conocida relativa a la Reconquista, y que tuvo éxito a ser exportada a numerosas ciudades y localidades. Asimismo, el Liber Iudiciorum o ley común general del reino visigodo, introducido por Alfonso II, tuvo una vigencia acentuada en el núcleo del Reino de León, mientras que en Castilla fue rechazado. El último rey de León de dinastía ástur fue Bermudo III (1028-1037) que murió en batalla contra el conde de Castilla Fernando, hijo del rey de Pamplona Sancho Garcés III el Mayor.

Cargando contenidos...