Año Santo y Jubileo en Liébana

Junto a Jerusalén, Roma, Santiago de Compostela y, más recientemente, Caravaca de la Cruz, Liébana es uno de los cinco lugares del mundo autorizados para celebrar el Año Santo. El privilegio guarda relación con el Lignum Crucis , el trozo de la Cruz de Cristo conservado desde el siglo VIII en estas montañas cántabras. Tanto la fundación del monasterio como la llegada al mismo de la sagrada reliquia guardan una estrecha relación con León. La tradición atribuye a Toribio, el obispo de Astorga, la traída a España de este fragmento de la Cruz, el de mayor tamaño de cuantos se consideran auténticos. Reconocido luchador contra la herejía prisciliana, el clérigo astorgano había peregrinado en el siglo V a Tierra Santa, donde ejerció como guardián de los Santos Lugares. Allí permaneció hasta que, ante la amenaza de invasión persa, decide volver a España, regreso en el que trae consigo la preciada reliquia. Se trata concretamente de una parte del brazo izquierdo de la Cruz de Cristo (con el agujero producido por el clavo incluido), que Santa Elena, la madre del emperador Constantino, había conservado en Jerusalén. La llegada del Lignum Crucis a Liébana se produce varios siglos mas tarde, a raíz de la invasión árabe iniciada en el año 711. Es en el siglo VIII cuando, para ponerla a salvo de la dominación musulmana, la reliquia es trasladada a Liébana junto a los restos del propio obispo de Astorga. Toribio de Astorga vs. Toribio de Palencia El origen del monasterio lebaniego se remonta sin embargo a la época visigoda, allá por el siglo VI, y en él aparece otro Toribio, esta vez procedente de Castilla. Se trata del obispo de Palencia, que por entonces se había desplazado a cristianizar este valle cántabro colindante con la montaña palentina. A él se le atribuye la fundación del monasterio primitivo cuya advocación original es la de San Martín de Tours ( Turieno en lengua vernácula). La actual advocación de Santo Toribio no aparece documentada hasta 1.125 y el cambio obedece precisamente a las peregrinaciones que se habían ido consolidando al divulgarse la presencia del Lignum Crucis . Dada la coincidencia de nombres, la tradición duda a la hora de identificar al patrono del monasterio entre el Toribio de Palencia y el Toribio de Astorga. Además, en el mismo siglo VIII en que se sitúa la llegada del trozo de la Vera Cruz, el monasterio tuvo como abad al celebre Beato de Liébana, el autor de los códices ilustrados que durante muchos siglos se reproducirían por toda Europa. Fue el papa renacentista Julio II quién otorgaría en el año 1512 carta canónica de naturaleza a las peregrinaciones a Liébana a través de una bula que estableció el Jubileo con indulgencia plenaria en aquellos años en que la festividad de Santo Toribio, 16 de abril, cayera en domingo. Dicha bula, ratificada al año siguiente por León X, acotaba dicho privilegio por espacio de una semana, es decir, hasta el 23 de abril de cada año jubilar. El mayor fragmento de la Santa Cruz En ese mismo siglo XVI los monjes benedictinos que regentaban el monasterio configuraron el Lignum Crucis en su forma actual, dividiendo el santo madero en dos partes para colocarlo en forma de cruz en el interior de un relicario. La carcasa de plata sobredorada que lo envuelve fue realizada en 1778 en un taller de orfebrería de Medina de Rioseco. En el año 1938 se realizó una medición oficial que dio como dimensiones las de 63,5 cms. en su parte vertical y 39,3 cms. en la horizontal, con una anchura oscilante entre 4 y 9 cm. Ello confirmaba que se trata del mayor trozo conocido de la Santa Cruz, superior al que se conserva en Roma. Y en 1958, un estudio científico del Instituto de Investigaciones Forestales dictaminaba la procedencia y antigüedad de la madera, propia de la conífera del genero cupressus (ciprés), especie sempervirens (siempre verdeante) muy común en Palestina. El Jubileo semanal otorgado en 1512 dará paso al Año Santo en 1967, cuando Pablo VI, el papa Montini, amplia el privilegio a todos los días del año natural comprendido entre el domingo 16 de abril y el día de Santo Toribio del año siguiente. El anterior Año Santo Jubilar discurrió entre abril de 2000 y abril de 2001. El próximo, debido a la coincidencia con la Semana Santa, comenzará con una semana de retraso. El domingo 23 de abril se procederá a la apertura de la llamada Puerta del Perdón, que solo se abre durante el Año Jubilar y a través de la cual los peregrinos acceden a la Capilla del Lignum Crucis para obtener el Jubileo. Tan sólo cinco monjes forman en la actualidad la comunidad monástica de este centro religioso, a la que se incorporó como nuevo prior hace poco mas de un año el franciscano Luis Domingo Gaya. Más de un millón de peregrinos Bajo el lema Liébana, tierra de júbilo , el Gobierno cántabro y los municipios de la comarca están preparados para recibir a los miles de visitantes que se desplazaran a la comarca de Liébana a partir del domingo 23. Aunque se trata de una zona con afluencia turística a lo largo de todo el año, lógicamente dicho flujo se multiplica durante todo el Año Jubilar. En el anterior visitaron el monasterio más de un millón los peregrinos, cifra que se espera incrementar en esta edición hasta cerca del millón y medio. Miles de ellos serán leoneses que accederán a Liébana a través del Puerto de San Glorio, distante poco más de 30 kilómetros de este centro de peregrinación. Potes, la capital lebaniega, situada a poco más de dos kilómetros del monasterio, se constituye en el centro base de las operaciones. La Consejería de Cultura y Turismo ha habilitado actualmente en esta villa dos nuevos albergues, que completan los establecimientos de este tipo ya existentes en Cillórigo, Cabañes, Tresviso y Camaleño. Desde el Parador Nacional de Fuente Dé, a los pies de los Picos de Europa, hasta la mas pequeña de las casas rurales que ofertan alojamiento en la comarca, todos pondrán el cartel de completo prácticamente los 365 días del Año Santo Lebaniego. A partir del 23 de abril . El Monasterio de Santo Toribio conserva desde el siglo VIII el mayor fragmento de la Cruz de Cristo . Toribio, Obispo de Astorga, trajo la reliquia a España a su regreso de Jerusalén.