De Washington a Chicago pasando por París y Japón

Pesa 22 kilos, tiene más de 500 hojas y lleva medio kilo de plata repujada. El facsímil de la Biblia Visigótico-Mozárabe es una joya no sólo para los expertos en arte medieval, para instituciones culturales que han solicitado su compra o para los más altos estadistas, sino que constituye un patrimonio cultural del máximo nivel, que desde el ámbito leonés alcanza con creces el internacional. Y así, lo han adquirido las entidades culturales más poderosas y significativas del mundo, como la Biblioteca Nacional de Francia, la British Library, la Zentralbibliothek de Zurich, la Biblioteca del Congreso de Washington... y, en España, el CSIC, la Biblioteca Nacional, la Sociedad de Neurología, gran cantidad de universidades, y, por supuesto, la Universidad y la Diputación de León, y la Junta de Castilla y León, eso sin contar a los muchos coleccionistas que a nivel particular han comprado este Libro Leonés con mayúsculas. Viajes por todo el mundo En el presente año, durante el invierno, el facsímil ha estado expuesto en el Instituto Cervantes de Nueva York; también lo estuvo en el 2001 en el Cervantes de Chicago y en una exposición editorial internacional celebrada en la capital francesa. «Se ha comprado hasta en Japón», remarca Charo Torrente, quien también avisa de que «estamos en la recta final de esta edición, que es una edición única, no se van a hacer más facsímiles de la obra». «Por tanto, con el tiempo va adquirir más y más valor», asegura. Además del facsímil en sí, en su momento se aprovechó su materialización para publicar un libro de estudios sobre la Biblia, a cargo de una veintena de profesores universitarios, que estudiaron, cada uno, un aspecto diferente del códice. En el transcurso del proceso se comprobó que el original se hallaba en buenas condiciones, y tan exacta es la copia que hasta calca los pequeños descosidos o rotos de la publicación primigenia. Además del presidente del Gobierno, el leonés José Luis Rodríguez Zapatero (quien, al recibirlo, dijo que lo iba a poner de inmediato en su despacho oficial), los Príncipes de Asturias también cuentan con uno, un regalo con motivo de su matrimonio.