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El Citroën C5 adopta el motor HDi de 173 CV y el C4 un nuevo cambio

Un nuevo motor HDi y un cambio robotizado de seis marchas vienen a engrosar los catálogos de Citroën en las gamas C5 (26.680 euros el más básico) y C4 (18.355 euros)

Publicado por
JAVIER FERNÁNDEZ | texto
León

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La nueva propuesta de Citroën para el C5 comparte mecánica bi-turbodiesel con su primo el 407 de Peugeot, sólo que en el caso del chevron , por aquello de las diferencias entre familias, se anuncian tres caballos suplementarios: 173 CV para una berlina, y su complementario Break (familiar), que hace hincapié, no tanto en la deportividad, cuanto en la confortabilidad de un coche que -bien se sabe- hace honor a los ancestros de Citroën en el disfrute de una suspensión Hidractiva 3 que propicia un excelente confort de marcha... trufado con un punto -varios- de deportividad cuando su conductor elige el modo Sport (un sencillo botón situado junto a la palanca de cambios). La confortabilidad la prima el C5 HDi 170 CV en un equipo de frenos menos drástico que el del primo-hermano y también en unas llantas de 16 pulgadas de diámetro calzadas con unos neumáticos de perfil más alto. La apuesta de Citroën por la comodidad tampoco significa pérdida alguna de prestaciones. El C5 dotado del nuevo gasóleo biturbo acelerad e cero a cien en 8,5 segundos, alcanza una punta de 222 por hora y, lo más significativo, sin que ello suponga un excesivo «desembolso» de combustible: 6,1 litros por cada centenar de kilómetros. Con estos mimbres, Citroën propone un par de equipamientos para esta nueva versión del C5: Premier y Exclusive (éste último sólo para el Break). El acabado Premier dispone del accionamiento automático de luces y limpiaparabrisas, regulador y limitador de velocidad, 7 airbag, climatizador bizonal, ordenador de a bordo con pantalla multifunción, ESP con ASR y otras delicadezas como la radio con CD o los sensores de presión de neumáticos y aparcamiento (delantero y trasero), amén de los retrovisores exteriores abatibles y la tapicería de terciopelo. La pintura metalizada y las llantas de aluminio también se montan como equipo de serie. El más completo acabado Exclusive, añade los asientos delanteros con regulación eléctrica (tejido Alcántara), los faros bixenón autodireccionales, alerta de cambio involuntario de carril (desconectable), volante forrado en cuero y, ya se ha dicho al principio, la suspensión Hidractiva 3 con función Sport. En suma, que Citroën lanza una más que apetecible versión del potenciado turbodiesel, un poco menos glamourosa que la del primo (407) aunque también algo menos onerosa en lo crematístico. Cambio mecánico pilotado Las siglas CMP, en el C4 HDi de 110 CV (un motor tan moderno como sugestivo en lo prestacional, sobre todo por su contenida romana ), ponen de manifiesto la implantación de un cambio manual pilotado (6 velocidades) que le viene de perillas al modelo medio de Citroën: reducción de consumo y un perfecto funcionamiento, más perfecto que el de una caja manual convencional con mecánica homóloga y, desde luego, bastante mejor que el anterior automático que montaba la gama C4. Lo de la reducción del consumo puede parecer testimonial, un par de décimas, aunque si tenemos en cuenta que se trata de un gasóleo la reducción siempre es bien vendida. Aunque, a nuestro juicio, lo mejor de esta implantación CMP hay que buscarlo en una vertiente se diría filosófica , por cuanto supone de ruptura con la «leyenda negra» de que los automáticos consumen más y son menos prestacionales argumentos, ambos, absolutamente falsos al día de la fecha.Casi como Sebastian Loeb, en una suerte de traslación de la pista a la calle ... el Campeón del Mundo de Rallys en título (Pilotos y Constructores) adapta experiencias WRC al C4 de serie (no se olvide que será el modelo con el que Citroën intente reverdecer laureles la próxima temporada) con, también es cierto, todas las comillas que el lector guste poner a la tal aseveración. La caja pilotada (CMP), sin pedal de embrague, dispone de una gestión electro-hidráulica y puede utilizarse tanto en modo totalmente automático como manual-secuencial, tanto actuando sobre la propia palanca (por «puntos») como desde las levas situadas detrás del volante (ya saben... la derecha para subir marchas y la izquierda para bajarlas). Apuntar, en este sentido, que las levas son ahora más generosas de tamaño y muy «utilizables», debido a un funcionamiento muy optimizado por rapidez y precisión. En el modo automático, el cambio funciona con precisión y sin esos molestos tirones que suelen ser moneda común en este tipo de cambios (prácticamente no hace falta aflojar la presión sobre el pedal del acelerador), mientras en modo manual será el conductor quien tome el control, pudiendo engranar las marchas en el régimen e giro que él considere con, además, un tacto y unas sensaciones rayanas en la deportividad. Además, la caja CMP pone de manifiesto otro par de buenas «sensaciones»: una marcha atrás silenciosa y fácil de engranar y la ayuda de arranque en pendientes (el coche «se sujeta» durante unos instantes, sin desplazarse hacia atrás). La clave está en la actuación del ESP, que mantiene el coche frenado durante un par de segundos, tiempo suficiente para que el conductor cambie el pie del freno al acelerador... sin aspavientos. El cambio CMP (800 euros sobre la versión manual) se monta exclusivamente con la mecánica HDi de 110 CV y en las dos carrocerías, Berlina y Coupé, de la gama C4 que, en este caso, cuanta con dos acabados: Collection y VTR Plus en ambas versiones de carrocería.