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Peugeot 407 HDI (170 CV), doble «soplido»

Peugeot se lanza, con el 407, a la aventura del doble turbodiesel en un motor tetracilíndrico que entrega 170 CV y que también se montará en modelos de Citroën y Ford. La tarifa oscila entre 30.800 y 32.150 euros, según se trate del 407 Berlina

Publicado por
JAVIER FERNÁNDEZ | texto
León

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Biturbo secuencial paralelo... así de contundente, y sugestivo, se muestra Peugeot en la aplicación motorística -turbodiesel... por descontado- de su joya de la corona , el modelo 407, actual líder del mercado español en el escalón medio-alto y cuyas expectativas de ventas para cuando se cierre el presente ejercicio 2006 las cifra el fabricante en torno a las 32.500 unidades. A simple vista, lo del biturbo diesel puede no significar tanto, salvo cuando nos detenemos a pensar que la tal aplicación técnica se realiza sobre un «modesto» cuatro cilindros. Una vez más, fiel a su política de popularización, el constructor galo pone «al alcance de todos» una tecnología, la del doble turbocompresor con intercooler, hasta hace «nada» patrimonio exclusivo de realizaciones de los segmentos más altos -y caros- del panorama automovilístico europeo. La nueva versión, que viene a cubrir el salto que hasta ahora había en la gama del 407 entre el HDI 136 CV y el HDI V6 de 204 CV, se monta en la Berlina y en el familiar Station Wagon -no lo hará el Coupé... al menos de momento- en dos niveles de equipamiento: Confort y Sport Pack, con el mismo precio para ambas terminaciones en, lógicamente, la misma carrocería. Excelente en repuesta desde los regímenes más bajos, y no digamos cuando se juguetea con la zona «caliente» del cuentavueltas, el nuevo motor resulta ser todo un prodigio de funcionamiento: elástico (ya entrega 20,4 metros/kilo a sólo 1.000 vueltas), silencioso, con bajas emisiones contaminantes y con, también, unas cifras de consumo ciertamente contenidas (6,1 litros de media). Los kilometrajes de mantenimiento se han dilatado hasta, por ejemplo, los 30.000 kilómetros del cambio de aceite y dotado, como cabe suponer a estas alturas de la «película», con filtro de partículas (FAP) de última generación y mantenimiento por encima de los 100.000 kilómetros. Peugeot ha querido dar una orientación decididamente deportiva a una versión del 407 cuya mecánica viene unida a una caja manual de 6 velocidades (tampoco le hubiera venido mal la excelente automática secuencial de 6 relaciones, pero...) cuyos estudiados desarrollos permiten, no sólo un buen comportamiento en la práctica totalidad de trazados, también alcanzar el régimen máximo de giro -o casi- en sexta, lo que se convierte en toda una garantía de dinamismo para un coche que ha venido marcando pautas desde su aparición en el mercado. Como el lector ya habrá adivinado, la nueva aplicación mecánica ha atraído aparejadas ciertas modificaciones en la suspensión: tarados más firmes y barra estabilizadora posterior de mayor diámetro, con lo que se acentúan las ya de por sí buenas condiciones ruteras del 407. Las llantas son de 17 pulgadas y también los frenos (discos ventilados delanteros y macizos traseros) se han potenciado, tanto en frenada «bruta» como en resistencia a la fatiga. En suma, que Peugeot sigue amando el gasóleo (90% de las ventas del 407 en Europa) y sus innovaciones; así, uno de sus modelos de bandera, seguirá teniendo cuerda para rato.