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León

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Peugeot estrena la tecnología de los dos turbos en línea, aplicados a un motor de cuatro cilindros. Cuyo costo, según los ingenieros galos, es similar al de un turbo de geometría variable. Los dos turbocompresores, de pequeño tamaño e instalados en línea, escalonan su funcionamiento según el régimen de giro del motor y las solicitudes del conductor. Ambos «soplan» a un máximo de 1,6 bares de presión y se asocian a un sistema de inyección (hasta 1.800 bares de presión) por rampa común de tercera generación y con inyectores piezoeléctricos que realizan hasta seis inyecciones por ciclo: dos pre-inyecciones (menos ruido y vibraciones), dos inyecciones «auténticas» y dos post-inyecciones (limpieza del filtro de partículas). Entre el ralentí y las 2.600 vueltas, sólo funciona un turbo. Entre 2.600 y 3.200 vueltas entra en acción el segundo turbo, progresivamente y en un brevísimo espacio de tiempo. Por encima de 3.200 vueltas, ya funcionan simultáneamente los dos turbocompresores.