Setenta y cinco años... de carreras
|||| Setenta y cinco años separan el Rosalie C6F, que batió catorce récords de velocidad en 1931, y el C4 WRC que, a partir del próximo año 2007, disputará el Campeonato del Mundo de Rallys... Tan gratificante como sugestiva, la visita a las instalaciones que Citroën Sport mantiene en Versailles-Satory (cercanías de París) pone de manifiesto la filosofía productiva de un fabricante que "desde siempre" ha confiado en la competición para acercarse a millones de usuarios. ¿Por qué y cómo Citroën se ha unido tradicionalmente a la libertad de los grandes raids -la travesía del Sahara, el Crucero Amarillo...-? Simplemente... porque la competición ha permitido al chevron demostrar su capacidad de afrontar retos deportivos basados en la fiabilidad e innovación de sus coches. Un excelente medio para practicar la pasión por las carreras y, a la vez, de encontrarse con no menos apasionados participantes cuyos trofeos han acabado por nutrir las históricas vitrinas del fabricante. Desde René y Marlene Cotton a Guy Verrier y Guy Fréquelin, antiguo piloto y actual director del Departamento de Competición. Secundados por pilotos de la talla de Paul Coltelloni, René Tarutmann, Bob Neyret, Ari Vatanen, Jacky Ickx, Timo Salonen, Björn Waldegaard, Pierre Lartigue, Patrick Magaud, Philippe Bugalski, Bruno Thiry, Jesús Puras, Thomas Radström, Colin McRae, Carlos Sainz, François Duval y Sébastien Loeb actual campeón en título. Citroën Sport se ha convertido en el único equipo inscrito en el Mundial de Rallyes (WRC) en coordinar la realización del primer al último "tornillo" de sus coches de carreras, desde el chasis al motor... Con, además, una estructura propia en la atención "competición-cliente", suministro de piezas y recambios especiales a las distintas filiales de la marca en toda Europa y en el asesoramiento y puesta en marcha de certámenes de promoción para pilotos noveles.