«722 Edition»

|||| Hoy, las cosas han cambiado tanto en la competición, que a nadie se le pasaría por la cabeza la puesta en práctica de tal carrera... salvo para quien se encargue de sacar brillo, de cuando en cuando, a la sala de trofeos de Sttutgart. Así que, por aquello de la magia de las sensaciones, Mercedes-Benz vuelve a regalarnos -sólo a unos poquísimos eslegidos, sin precio ni siquiera fecha exacta de comercialización- con una perla de proporciones históricas: SLR «722 Edition», todo un homenaje a «la» victoria de Moss-Jenkinson a bordo del 300 SLR número 722 (hora y minutos de salida) en las Mille Miglia de 1955. Hoy, la conmemoración se declina en un poderoso motor V8 sobrealimentado, de 5.5 litros y 650 CV (firmado por AMG, el preparador de culto con sede en Affalterbach), capaz de clavar el crono en 3,6 segundos (cero a cien), de alcanzar los 200 por hora en 10,2 segundos y con una punta tres kilómetros por hora superior a los 334 Km/h. del SLR «normal» (si es que existió alguna vez un Sport Ligero... «normal»). Hoy, la manejabilidad del «722 Edition», digna de un auténtico coche de carreras, a imajen y semejanza de aquellos mágicos competición-cliente de mediados de los cincuenta, viene dada por su sofisticada suspensión, por sus enérgicos tarados, por una carrocería rebajada en 10 milímetros respecto a un SLR convencional, por sus llantas de 19 pulgadas y, como en «aquellas» MM... por unos frenos «panorámicos», con discos -ahora sí- de 390 milímetros de diámetro. La magia... vuelve a estar servida. Y para que nada falte... hoy, como en los entrenamientos de ayer, los propietarios del actual SLR y un seleccionado grupo de quienes lo serán del «722 Edition» tendrán la oportunidad de probarlo en el circuito francés de Paul Ricard (Le Castellet), coincidiendo con la fundación del «Club SLR» y con el concurso -por ayuda- de pilotos de la talla de David Coulthard, Jochen Mass, Klaus Ludwing, Chris Goodwin y Christina Surer... ¿quién dio por perdida la leyenda?.