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Humorista gráfico busca museo

Once años después de la muerte de este republicano catalán que en 1938 abandonó para siempre España, su extraordinaria obra gráfica sigue esperando un hogar

AGENCIA EFE

Publicado por
JOAQUÍN RÁBAGO | texto
León

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Nada menos que once años después de la muerte de Mario Armengol, un exiliado republicano catalán que en el año 1938 abandonó para siempre España, huyendo del fascismo, su extraordinaria obra gráfica sigue esperando que la acoja algún museo de su Cataluña natal. Si la accidentada vida de Mariano Armengol es digna de una película, los dibujos antifascistas que realizó por encargo del ministerio británico de Información figuran sin duda entre las mejores caricaturas políticas de la época y han sido mostrados en exposiciones en el Reino Unido con motivo del sesenta aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial. Actualmente son propiedad de Lindah Kiddey, hija de Rolíndez Madariaga, que fue el gran amor de Mario Armengol durante sus años ingleses, quien, en declaraciones a la agencia Efe, se dice dispuesta a ofrecer buena parte de ese legado a título de préstamo por un plazo indefinido a algún museo catalán, tal vez de Tarrasa. Los abuelos por línea materna de Lindah Kiddey eran un matrimonio vasco propietario del Continental, el único restaurante español de Liverpool, hoy desaparecido, quienes ayudaron a Armengol en sus difíciles comienzos en este país, y con cuya hija, Rolíndez, Armengol trabó entonces una amistad de sesenta años que se convirtió en cohabitación en los últimos once años de su vida. Lindah y su esposo, el profesor de periodismo Paul Kiddey, que viven en el pueblecito de Radcliffe on Trent, cerca de Nottingham (Inglaterra central), afirman que, de aceptarse su oferta, también prestarían a Cataluña algunos lienzos -paisajes, bodegones y retratos- que pintó Armengol y en los que se nota la influencia de Picasso y Cézanne. El legado del que son únicos propietarios incluye asimismo unas pocas estatuillas, influidas a su vez por escultores como Giacometti o Henry Moore, que dan testimonio de la personalidad polifacética del artista catalán. Entre esas esculturas está el modelo en pequeño tamaño de un grupo de figuras de aluminio titulado La Hermandad de la Humanidad , de cerca de siete metros de altura, que adornó el pabellón británico en la Exposición Universal de 1967 en Montreal y que hoy es uno de los monumentos emblemáticos de Calgary (Canadá). Cuando Lindah y su esposo, Paul, hablan de Mario Armengol, no pueden ocultar su admiración por aquel apuesto español cuya personalidad arrolladora, explican, sedujo a cuántos le conocieron, como tampoco su fascinación por las aventuras de sus años jóvenes. Su biografía daría para llenar un libro, pero he aquí algunos datos escuetos, recogidos por el matrimonio Kiddey: Mariano Armengol Torrella nació el 17 de diciembre de 1909 en San Juan de las Abadesas aunque en 1920 se trasladó con su familia a Tarrasa. Estudió arte en Madrid, primero, y luego en París, a finales de la década de los veinte, antes de regresar a Tarrasa en 1930 para llevar a cabo trabajos gráficos a favor del movimiento republicano. En 1938, la esposa de Armengol, Isabel Obradors, huye a México mientras que el joven artista cruza a Francia por los Pirineos y es internado en un campo destinado a los refugiados republicanos donde se le pone ante la alternativa de ser repatriado a España o alistarse en la Legión Extranjera. Opta por la Legión, que le destaca en el cuartel general de Sidi-Bel-Abés (Argelia), donde trabaja como cartógrafo, antes de ser enviado a Escocia para unirse allí a la Fuerza Expedicionaria Aliada que participará en 1940 en una desastrosa campaña en Noruega contra los alemanes. Armengol sobrevive, a diferencia de muchos de sus compañeros, y es evacuado primero a Francia y luego a Inglaterra, donde abandona el Ejército francés y en 1941 se le permite quedarse. Entonces conoce en Liverpool al propietario del restaurante Continental y a la hija del propietario y madre de Lindah, Rolíndez Madariaga, se traslada posteriormente a Londres y trabaja en el departamento artístico del ministerio de Información, para el que realiza numerosas caricaturas políticas. El bombardeo de Londres le lleva al borde de la crisis nerviosa y es enviado entonces a Laneham (Nottinghamshire), desde donde seguirá mandando por correo a Londres sus caricaturas contra Hitler y otros dictadores fascistas, que se publicarán en el Daily Mail y en periódicos de Estados Unidos como el Chicago Sun y el Boston Globe . Acabada la guerra, diseñará murales y producirá abundante material gráfico, de gran calidad para distintas empresas como la BBC, los Ferrocarriles Británicos o el gigante químico ICI, y ganará premios como una Medalla de Oro por el Pabellón Industrial de la Expo de Bruselas (1958). En 1984, después de que enviudase Rolíndez de su marido inglés, el amor de su vida, Armengol se traslada con ella a Cornualles, y, tras sufrir una apoplejía en 1993, se establecerá en Radcliffe, donde morirá dos años más tarde y reposan sus restos.