Con el medio ambiente como razón y por bandera

La última pata de la mesa, junto con la conducción, las acciones medioambientales y el compañerismo, fueron las actividades deportivas que había preparado la organización, y en las que no se utilizaban los todoterrenos. Así, una yincana final puso a prueba a todas las participantes. Nueve kilómetros en canoa por el río Guadiana, rápel (en donde alguna invocó los clavos de Cristo en un repentino momento de pánico) o tiro con arco o cerbatana. Todo ello realizado bajo un sol de justicia. Tras las cinco etapas de las que constaba este raid femenino (Sanabria-Ciudad Rodrigo, Ciudad Rodrigo-Monte Barata, Monte Barata-Badajoz, Badajoz-Monte do Guiso y Monte do Guiso-Ayamonte), la aventura y todas las vivencias que tuvieron lugar durante su transcurso llegaron a su fin. Repetir el año que viene Las veinte mujeres quedaron encantadas con sus RAV4 (algunas ya estaban pensando en comprárselo) y su optimismo no las abandonó ni en los peores momentos, con la organización (¡cuántas ruedas cambiaron los mecánicos Fernando y Josep!), con sus compañeras (el año que viene volverán a presentarse a las pruebas de selección, aunque saben que no se puede repetir) y con esta aventura de mujeres, motor y medio ambiente, un tridente que funcionó a la perfección.