Rehabilitar un parque a golpe de spray

Máscaras protectoras, andamios, guantes de látex, sprays y muchos decibelios animaban el Primer Festival de Graffiti de Salamanca, un evento que ha reunido a un centenar de autores equipados con un millar de aerosoles con el objetivo de rehabilitar la imagen del parque de Wurzburg de la capital charra cubriendo con graffitis los casi 1.000 metros de muro de este punto verde. Paisajes, muñecos, caras realistas y letras serán la nueva decoración de este espacio, un lugar que quedará convertido en un museo al aire libre dedicado al arte urbano gracias a esta iniciativa respaldada por el Ayuntamiento de Salamanca -que contribuye con una aportación económica- y liderada por la asociación juvenil Remolino de Arte. Según el presidente de la organización, José Antonio Pedraza, conocido artísticamente como Remo, durante tres semanas los miembros del colectivo han trabajado duro preparando el parque para el evento; se han blanqueado los muros, las escaleras y también se han pintado las farolas. Para Remo, la idea no es sólo restaurar diferentes zonas y luego decorarlas, sino también «borrar el estereotipo» que todavía existe sobre la gente que se dedica a este tipo de arte. Según asegura: «Somos todo lo contrario, somos gente trabajadora». La iniciativa acercará la capital charra a un centenar de graffiteros procedentes sobre todo de Madrid y Castilla y León -Valladolid, Segovia y Ávila- y a otro centenar de personas que contribuirán desinteresadamente al buen desarrollo del proyecto. Así, durante dos días, actuarán grupos de música en directo, pincharán dj's al aire libre, se bailará break dance y hip hop y también habrá un hueco reservado para los skaters. Según Remo, gran parte del éxito de estas originales iniciativas se debe al «boca a boca» ya que es muy posible que muchas personas que no estaba previsto que acudiesen se desplacen gracias a estas iniciativas hasta la capital charra con su propia pintura y diseños personales buscando un espacio para pintar y dejar su huella en el festival, de una manera legal y sin tener que esconderse. Los graffiteros Subido a un andamio y protegido por un gorro de paja, un joven autor salmantino que prefiere no desvelar su identidad, plasma en el muro una de las pocas imágenes realistas del festival, el rostro de Compay Segundo. Según asegura el autor, eligió al músico porque «murió hace poco» y porque es «muy representativo» de la cultura cubana. Compay ocupará varios metros de muro, ya que además de la cara del intérprete, otro graffitero pintará dentro del mismo conjunto la frase Ataque de frente, Compay. Respecto a la iniciativa del Ayuntamiento de Salamanca y de la asociación juvenil Remolino de Arte, el autor sostiene que la idea le parece «bien, a medias» ya que debajo de los muros donde hoy se repinta con sprays, también había graffiti antes. Sin embargo asegura: «Me basta con que me dejen pintar». Kapone se ha desplazado desde Valladolid para participar en la iniciativa. Equipado con máscara y guantes de látex, el autor, que lleva cuatro años dedicado al graffiti, pintará «un muñeco» que algunos expertos definen de «estilo cubista o picasiano». La idea inicial era plasmar este muñeco dentro del contexto de una pared rompiéndose, por lo que contará con varios brazos y martillos. Para Kapone el proyecto es «bueno» ya que puede conseguir que «la gente se familiarice con el graffiti» y asuma esta manifestación artística desde una perspectiva «más tolerante». Pese a las dimensiones del trabajo, el autor sólo podrá dedicarse al graffiti hasta las 18 horas, después tendrá que regresar a Valladolid porque tiene que trabajar. Sin discriminación Aunque las bermudas, las gorras y el género masculino definen la imagen habitual de los graffiteros, esta manifestación artística no se cierra a la creatividad femenina. Una de las participantes en el festival, que prefiere no desvelar su nombre artístico, asegura que «no existe ningún tipo de discriminación» y que desconoce por qué no se animan más chicas. Su trabajo en el festival consistirá en plasmar un nombre en uno de los muros del parque de Wurzburg en tonos verdes, morados y con algo de blanco. Mapa El concejal de Juventud, Alejandro Vélez, que visitó el Festival de Graffiti afirmó que el respaldo del Consistorio a este tipo de iniciativas «es claro». Así, avanzó que va a comenzarse a trabajar en el diseño de un mapa de zonas de la ciudad que puedan rehabilitarlas y dejarlas en perfecto estado «con algún graffiti que le vaya bien a la zona». Según afirmó, el concejal de Juventud, Alejandro Vélez con, proyectos de este tipo además de dignificar el graffiti, «se encauzan las inquietudes artísticas» de los más jóvenes. Además se comparten ideas y también constituyen una manera de potenciar la tolerancia y la buena convivencia entre los ciudadanos.