Land Rover, iconos... y más

Especial incondicionales... Land Rover tiene ya dispuesto un lavado de cara para el Defender, convertido ya en todo un icono TT en los catálogos del fabricante británico hoy en la órbita del óvalo de Ford. El carismático modelo «de campo», recibe ahora -llegará al mercado español en marzo próximo- unas mejoras que le permitirán seguir aguantando el tirón hasta que se presente, en el año 2010, un Defender totalmente renovado. Prácticamente invariable en su aspecto exterior (sólo cambia el perfil de capó), la estética sigue siendo una de sus bazas, el Defender modifica -se diría «civiliza»- su interior y, lo mejor, adopta un nuevo motor turbodiesel (multiválvulas de rampa común y turbo de geometría variable) de origen Ford, que cubica 2.4 litros, rinde 122 caballos y entrega 32,1 metros/kilo de par a 2.000 vueltas. Más silencioso, menos contaminante y con una punta de 131 por hora, esta nueva mecánica vendrá exclusivamente unida a una, también nueva, caja manual de 6 marchas con -desde luego- la tracción integral y permanente a las cuatro ruedas... sin delicadezas , ni bloqueos de diferenciales, ni suspensión neumática, ni ESP; se trata aquí, posiblemente otro de sus carismas, de «conducir-conducir» un todo terreno en estado puro. Como los de siempre, sin concesiones al lujo o la confortabilidad superflua, y con las bondades -y alguna que otra carencia- de los auténticos TT. Donde sí que el Defender hace alguna que otra concesión es un interiorismo más elaborado que el de sus ancestros: salpicadero totalmente renovado, nuevo sistema de climatización y tercera fila de asientos orientada en el sentido de la marcha. En general, se han perfeccionado todos los asientos. Los delanteros son más altos, con mejor soporte dorsal y reposacabezas ergonómicos, mientras los de la segunda fila son ahora más robustos y envolventes. En las versiones 110 Station Wagon y 130 Crew Cab pueden alojarse tres ocupantes en la renovada tercera fila, dotada de asientos con división asimétrica. Además, un mecanismo de plegado asistido por muelle ayuda a abatirlos cuando se desea estibar cargas de gran tamaño. Apuntar, para los amigos de las curiosidades, que la concepción del nuevo salpicadero la «hereda» el Defender del Discovery 3, de forma que el fabricante ha echado mano de la técnica de una única y sobredimensionada moldura reforzada por un generoso rail de acero que ayuda a eliminar chirridos y traqueteos. Incluso abundan detalles ergonómicos, como es el caso de la nueva asa de agarre para el pasajero, que incluye un práctico y resistente soporte para ambas manos concebido para la utilización todoterreno extrema del Defender. Una puesta al día que tampoco penaliza la funcionalidad. Así, el fabricante ofrece una consola central en dos versiones: un cómodo diseño de bandeja abierta para tener a mano los objetos y una segunda posibilidad de guantera con tapa, con una capacidad de hasta 14 litros. Innovaciones que vienen a sumarse a la ya larga lista de mejoras en un vehículo cuyas raíces se remontan a 1948 y del que se han vendido casi 1,9 millones de unidades desde su lanzamiento. Desde 2002, año en el que se data la actual generación Defender, Land Rover ha matriculado anualmente entorno a 25.000 unidades en todo el mundo, repartidas entre particulares, fuerzas armadas y ONG de más de un centenar de países.