Una Ruta de la Plata sin Astorga, La Bañeza y Mérida
Parece increíble que se consensúe entre ciudades de las cuatro comunidades autónomas por las que presuntamente discurre la Ruta de la Plata, un itinerario turístico conjunto en el que no figuren las dos urbes que fueron en la época romana principio y fin de su trazado. Ni Astorga ni Mérida tienen cabida en este camino, así como tampoco La Bañeza, otra ciudad de indudable prosapia que tampoco se menciona en el peculiar itinerario. Debe de ser porque ni unos ni otros han querido romper sus lazos con la antigüedad y no se han dejado incluir en este alucinante viaje creado mirando más a los denarios que la historia o la geografía. Otra curiosidad es que en los apenas cien kilómetros de recorrido asturiano se cuentan hasta siete ciudades amparadas por la áurea denominación, mientras que en los más de trescientos de Castilla y León solamente figuren cuatro, y en el largo periplo por Extremadura cinco. La aportación de Andalucía es de tres y se desprecia el último tramo, que podría llevar la ruta hasta el mar en tierras gaditanas y se queda, misteriosamente, en Carmona. Sabemos que se trata de un invento turístico que nada tiene que ver con la historia ni con la realidad, que se basa en el recorrido de un ferrocarril que desgraciadamente desapareció y que cualquier atropello es posible, aunque astorganos, bañezanos y emeritenses, tienen sobrados motivos para estar mosqueados. Pero el proyecto, desde el punto de vista de la gastronomía tiene su parte positiva. La Red de Cooperación de Ciudades en la Ruta de la Plata, ha publicado un folleto que es casi un libro, en el que se resume lo más interesante del camino en lo que a comer y beber se refiere. El viajero que tome esta ruta como referencia sabrá que puede deleitarse con los frutos marinos de la costa verde gijonesa, con los postres asturianos, con las truchas y vinos de León, con el bacalao cocinado al estilo de Zamora, el hornazo salmantino, la torta del casar de Cáceres o los gazpachos andaluces. De cada ciudad del camino una receta y unas acertadas recomendaciones que harán la delicia de los amantes del buen comer y el buen beber. Interesante, vistosa y variada esta Guía Gastronómica de la Ruta de la Plata en la que lamentablemente faltan las mantecadas de Astorga y las ancas de rana de la Bañeza. Esperemos que para la próxima edición se limen las asperezas, se eliminen las diferencias y estén todas las que son.