Seat León Cupra, deportividad «a tope»

Habrá que esperar hasta finales de año para poder comprar la más reciente criatura firmada por Seat Sport. A imagen y semejanza del León WTCC de competición pura, se diría en una suerte de oferta competición-cliente a la que tan acostumbrados nos tiene ya el fabricante español desde que tomará la bandera de «realizaciones especiales» dentro del Grupo Volkswagen, el nuevo León Cupra vuelve a romper récord: 240 CV, cuando la anterior «marca» (225 CV) la ostentaba el antecesor Cupra R. Las claves de este nuevo compacto de altas prestaciones hay que buscarlas en el tetracilíndrico TFSI (inyección directa de gasolina) combinado con un turbocompresor (con intercooler) que ya estrenara el consorcio automovilístico germano en otro clásico, el Golf GTI, y que, posteriormente se ha venido utilizando profusamente en otras realizaciones del Grupo VW, como es el caso del también reciente León FR (185 CV). Cubica los conocidos 1.984 centímetros cúbicos, monta culata de 4 válvulas (por cilindro, se entiende) y se asocia a una caja manual de 6 marchas (tracción delantera). Total... que después de pasar por el laboratorio de Seat Sport, nuestro protagonista puede presumir de unos redondos 240 caballos merecedores -se supone- de unas prestaciones «de escándalo», a tenor de lo visto en sus ancestros. De momento, el fabricante se ha limitado a distribuir las primeras fotografías oficiales del nuevo León Cupra, tras su presentación en sociedad, a mediados de verano, en el Salón de Londres. ¿Por qué allí? Pues... porque ha sido el mercado británico, por encima del alemán, español y francés, el que mejor acogida ha venido dispensado a este tipo de realizaciones de marcado carácter racing . Así que... nobleza obligaba. Amén de su agresiva fisonomía estética, el León Cupra se beneficia de una enésima aplicación, por evolución, del ya reputado «chasis ágil» con el que Seat trufa sus versiones especiales, amén de aplicarlo -aunque más «civilizado»- en la mayoría de sus fabricados de gran serie. Eso, por no hablar de unos discos de freno sobredimensionados (opcionalmente con pinzas Brembo de 4 pistones delanteros), de unos tarados de suspensión tan firmes como efectivos, de unas llantas de 18 pulgadas y con la guinda de una dirección (cremallera con asistencia electromecánica) mucho más directa y precisa en el guiado del maquinón que en modelos anteriores de la saga. Y por lo que respecta al ambiente racing ... la ya tradicional salida de escape ovalada, y cromada, «afinada» en su tratamiento acústico que se traduce (según el fabricante) en un estudio fónico capaz de «avisar», desde los regímenes más bajos de giro del motor de que nos encontramos ante un Seat especial , sin que por ello... se moleste a nadie. Los asientos específicos son otra de las señas de identidad de la versión Cupra: muy deportivos, con marcadas formas anatómicas y con reposacabezas integrados y sujeción de hombros, al estilo de los baquet de competición. Conjunto de pedales en aluminio antideslizante y un volante tapizado en cuero perforado, de tres radios y con sistema fultifunción, acaban por redondear un interiorismo que respira, como el exterior del nuevo Cupra, un ambiente, y una concepción, marcadamente Sport.