BMW actualiza y refuerza la gama X3

BMW no parece dispuesta a dejarse pisar terrenos. Así que, tres años después del lanzamiento del X3 el fabricante bávaro refuerza su imagen y, sobre todo, las motorizaciones de su ya célebre SUV dotándolo de un carácter aún más deportivo. Si, en lo esencial, la Bayerische no ha querido modificar una línea estética, la del X3, que ha venido contando con un evidente beneplácito del público, sí que también es el tiempo -los tres años vienen a ser actualmente «la» fecha para los cambios- de modificar ciertos parámetros: paragolpes delanteros y traseros de nueva factura, lo mismo que los grupos ópticos delanteros (faros dobles y redondos), parrilla frontal sobredimensionada y unos pilotos zagueros dotados de varillas de diodos luminosos. A simple vista, pueden parecer nimias las modificaciones... no lo son tanto, se trata de un evidente «lavado de cara» que le viene de perillas a nuestro protagonista. Como también ese ligero cambio interior que viene dado por la adopción de un nuevo listón decorativo en el tablero de instrumentos y, aún más, del volante de tres radios y de las también nuevas tapicerías. Consecuencia: cuatro niveles de equipamiento, diez tonalidades de carrocería, seis en el interior y cinco variantes de coche lo que, a nadie se le oculta, acaba por ofrecer la posibilidad de configura un coche prácticamente «a medida». Algo que agradecerán los potenciales usuarios de un segmento tan exclusivo como el de los SUV deportivos. Donde sí que BMW ha echado «el resto» es en las aplicaciones mecánicas de la renovada gama X3: tres nuevos motores (dos gasolina y un diesel), con la guinda de un potenciado -potenciadísimo- biturbodiesel de 286 CV, catorce caballos más que la anterior propuesta del 3.0 litros, consecuencia de la aplicación de dos turbocompresores de geometría variable, un menor peso (25 kilos menos) y también al empleo de la más reciente evolución de la tecnología de rampa común e inyectores piezoeléctricos. De forma que esta motorización se convierte en el buque insignia de la gama X3: 6,6 segundos para acelerar de cero a cien, 240 por hora de punta y, lo mejor, con un consumo ponderado que no supera los 8,7 litros... y hablamos de un coche cuya romana ronda el par de toneladas (1.950 kilos... para ser exactos). La oferta diesel se complementa con las ya conocidas versiones 2.0d y 3.0d, con potencias de 150 y 218 CV y una tarifa de 38.800 y 48.400 euros respectivamente. Por lo que respecta a la oferta de gasolina, la nueva gama del X3 mantiene el escalón de acceso con el 2.0 litros (150 CV), al que vienen a sumarse los motores de seis cilindros de nueva generación (bloque de magnesio y aluminio). Uno de ellos, el 3.0s eleva su potencia a 272 CV (41 más que la anterior versión) lo que le permite acelerar de cero a cien en 7,2 segundos (232 por hora de punta), mientras la media de consumo se cifra en 10,1 litros. La motorización 2.5s sube su potencia hasta los 218 CV, con una aceleración de cero a cien en 8,5 segundos y una media de consumo cifrada en los 9,9 litros por cada centenar de kilómetros. Todos los modelos de la gama X3 montan de serie cajas de cambio manuales de 6 marchas, salvo el nuevo diesel 3.0sd que adopta un nuevo cambio automático secuencial de 6 velocidades, que también puede solicitarse opcionalmente para el resto de la gama, salvo en los 2.0i y 2.0d. Apuntar también que otra de las novedades técnicas de los nuevos X3 es la optimización del control del chasis, por la mejora entre el programa electrónico de estabilidad (DSC) y el sistema de tracción inteligente (xDrive), que ahora prima el reparto de potencia sobre el tren posterior (40%-60%) lo que favorece la agilidad dinámica del coche. Por lo demás, el equipamiento de serie sigue contando con 6 airbag, ABS, control de estabilidad DSC, climatizador, radio con CD y llantas de 17 pulgadas, por citar sólo los elementos más significativos.