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El Focus C-C se apunta al «destape»

Con la firma de Pininfarina y el chasis del Focus, Ford se apunta a la moda del coupé descapotable de techo rígido. Dos motores de gasolina, un gasóleo y una tarifa entre 22.200 y 29.000 euros.

Publicado por
JAVIER FERNÁNDEZ | texto
León

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El carrocero italiano Pininfarina se ha puesto manos a la obra en la realización estética y productiva -lo fabrica en su factoría transalpina- del Coupé Cabriolet de techo rígido sobre la base estructural del Focus. Por aquello de ser el último en apuntarse a una moda que ya se ha convertido en «imprescindible» en los catálogos de la mayoría de constructores generalistas, amén de la práctica totalidad de especialistas, el Focus C-C hace gala de unas generosas dimensiones -4,5 metros de largo- que se traducen, no sólo en unas acogedoras cuatro plazas (más o menos utilizables las traseras, como puede suponerse), sino también en el maletero más generoso de su categoría: 534 litros, que se reducen a 248 en utilización descapotable. Así, Ford confiere al Focus C-C un cierto carácter «familiar», entendiendo por tal un aprovechamiento del espacio en su utilización polivalente abierto/cerrado. En escasamente medio minuto, se realiza la operación de apertura eléctrica de ventanillas y capota, con su consiguiente ocultación en el maletero, siempre con el contacto puesto y a coche parado. Salvo por pequeños detalles estéticos (aplicaciones en símil aluminio) el interior es similar a los demás modelos de la gama Focus, mientras que en el exterior el C-C adopta una parrilla frontal inspirada en la de la deportiva versión ST, a la vez que tanto los laterales como la parte trasera del coche son específicos de esta versión. Los trabajos de refuerzo -mayor resistencia a la torsión- inherentes a la carrocería descapotable suponen un sobrepeso de 220 kilos, un peaje nada exagerado en aras de la seguridad de la estructura cuando se circula descapotado. Manteniendo esa filosofía de «utilidad familiar», el Ford propone tres mecánicas -dos gasolina y un turbodiesel- para la gama del Focus C-C, todas de cuatro cilindros y 16 válvulas. En el caso de los gasolina, se trata de los 1.6 y 2.0 litros, que rinde 100 y 145 caballos respectivamente, unidos a cajas manuales de 5 marchas; mientras que para el gasóleo se ha escogido el 2.0 litros TDCi de 136 caballos, unido a una caja manual de 6 velocidades. Habida cuenta la procedencia (PSA) de esta mecánica, su ya consolidada implantación en diversas otras realizaciones del óvalo, y de otros fabricantes del «consorcio tecnológico» y, sin duda, la incidencia que este tipo de mecánicas viene teniendo últimamente en le mercado español, es fácil suponer que será está mecánica la que se lleve las preferencias de los potenciales usuarios del nuevo Focus C-C. El fabricante prevé vender en torno a las 3.000 unidades al año en el mercado español lo que, a primera vista, parece una cifra ciertamente acorde con las expectativas de un modelo que, desde sus primeros escalones de gama (Trend), ofrece de serie elementos como los cuatro airbag, frenos con ABS, aire acondicionado, radio con CD y hasta asientos calefactables. En la superior terminación Titanium se ofrece la climatización, la tapicería de cuero y las llantas de aleación de 17 pulgadas. Eso sí, en todos los casos el ESP es opcional.

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