Bioenergía: un impulso para el desarrollo rural

La bioenergía representa una oportunidad de negocio en la Península Ibérica no sólo por el potencial de consumidores existente, alrededor de 53 millones de personas, sino también por la materia prima de la que dispone. Con el fin de crear en España el sector de la biomasa, implicar a las administraciones y promover la creación de empresas de acondicionamiento, comercialización y suministro de biomasa (pellets, astillas, briquetas, empaquetadoras), la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom) organizó el I Congreso Internacional de Bioenergía, que bajo el lema «La bioenergía: una oportunidad, una necesidad», reunió en Valladolid a más de 500 congresistas. El fomento de la bioenergía, la biomasa agrícola y forestal como materia prima energética, los cultivos energéticos, los biocarburantes, los pellets de biomasa (pequeños comprimidos, elaborados normalmente a partir de serrín, similares en tamaño y forma al pienso para perros), la calefacción doméstica con biomasa, el marketing aplicado a la bioenergía, o los biocombustibles gaseosos, fueron algunos de los bloques temáticos abordados con la finalidad de lograr que la bioenergía tome el papel protagonista que ya tiene en otros países y se convierta en un sector fuerte y dinámico. Beneficios de todo tipo El acto inaugural corrió a cargo del vicepresidente de la Junta y consejero de Economía y Empleo, Tomás Villanueva, al que acompañaban, entre otros, el consejero de Agricultura y Ganadería, José Valín, y el presidente de la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom), Francisco Díaz. Según Tomás Villanueva, uno de los objetivos de la Junta de Castilla y León es promover el desarrollo del sector bioenergético que sea capaz de aprovechar las enormes posibilidades con que cuenta la Comunidad. En este sentido, afirmó que «la importancia de nuestros recursos bioenergéticos es de tal relevancia que el Plan Nacional de Energías Renovables 2005-2010 otorga a Castilla y León el primer puesto en la producción de energía a partir de bioenergía, con más de 22% del objetivo nacional». Explicó, además, que las energías renovables se han convertido en un sector muy importante hasta el punto de que cubre el 70% del consumo, y que en la Comunidad están muy enfocados y bien organizados el sector de la energía eólica y la solar. «Ahora queremos desarrollar el bioenergético. Castilla y León dispone de importantes recursos forestales y agrarios y queremos participar en toda la cadena de valor que pueda desarrollarse en torno a la bioenergía, porque en pocos sectores como éste se integran tan claramente oportunidades y beneficios energéticos, agrarios, forestales, industriales y, algo muy importante, de desarrollo rural y empleo», aseguró. Villanueva adelantó que antes de que concluya esta legislatura Castilla y León contará con un Plan Regional de Bioenergía, en cuya elaboración trabajan las Consejerías de Medio Ambiente, Agricultura y Economía, cuyo objetivo será desarrollar un sector industrial a partir de recursos naturales. Además, la Junta irá incorporando a todos sus edificios instalaciones bioenergéticas, al igual que lo hace actualmente con la eólica y solar. José Valín, por su parte, recordó que por superficie y capacidades productivas, la Comunidad cuenta con el mayor potencial en energías renovables, poniendo como ejemplo el caso de la planta de bioetanol de Babilafuente (Salamanca), la más importante de España, que consume unas 600.000 toneladas de cereal (el 10% del producido en Castilla y León). «Vinculado al reto de la bioenergía, que debe concretarse en instalaciones energéticas, y con la que se esperan crear 45.000 empleos7, tenemos que incrementar la productividad en el sector agrario, lo que supone modernizar nuestros regadíos y seguir trabajando en infraestructuras», afirmó.