Paseo por la Garganta Divina

La sinuosa carretera a Caín desde Posada de Valdeón se puede recorrer en coche o a pie. La distancia hasta Poncebos es de 22 kilómetros con un desnivel de 720 metros. La duración del trayecto es de seis horas, aproximadamente y hay que ir provisto de líquidos porque no hay agua en todo el camino. Durante el trayecto hay que prestar atención a algunos puntos interesantes: el Mirador del Tombo (830 metros), con impresionantes vistas; el monte de Corona, cubierto de bosque mixto, en el que aparecen tilos, nogales, robles, fresnos y hayas. Más abajo encontramos el Chorco de los lobos, estructura circular de piedra que servía para capturar al animal. Desde este enclave vemos la Ermita de Corona, a la que se puede acceder cogiendo un camino a la derecha que parte de los invernales del ganado que hay antes del chorco. El valle de cierra y el río discurre encajonado en un desfiladero, la Hoz de Caín, y se vuelve a abrir en la vega formada por la confluencia del Cares y el río Chico, en el pueblo de Caín. Más abajo, donde el río se encajona, comienza la Garganta del Cares. La senda que recorre la garganta está excavada en la roca, como consecuencia de la canalización del río Cares a principios del siglo XX. La erosión que el río ha ejercido sobre los relieves ha creado un paisaje de fantasía, donde el caminante se siente a la vez pequeño y grandioso ante las maravillas que le rodean. Tras un trazado más o menos llano se abandona el canal para llegar a Poncebos (200 metros), lugar donde termina el itinerario recomendado incluso en los meses de invierno.