HAY QUE MEDIR
La conservación, el capítulo «cenicienta» de los regadíos
|||| «Hay que medir. Esta actuación es un paso previo indispensable para la buena gestión, y relacionada con ella está la evaluación de los sistemas de riego. La falta de datos sobre las dotaciones de regadíos es una enfermedad a erradicar, y el desarrollo de los programas de riego es un paso obligado porque es la única forma de conocer el destino real del agua». Alberto Losada, catedrático de Ingeniería Hidráulica de la Universidad Politécnica de Madrid, ha analizado el tratamiento de los riegos y concluye: «Es básico no incrementar los regadíos»; aunque matiza que se pueden implantar nuevos si su rentabilidad lo justifica. En cualquier caso, advierte que «la conservación sigue siendo el capítulo cenicienta de muchos regadíos tradicionales»; y propone que «la medida tradicional de venir a desarrollar programas de salvamento a regadíos fuertemente subvencionados con redes de riego mal conservadas debe ceder lugar a una auténtica planificación de su gestión». La nueva etapa de gestión del agua será también más costosa, por lo que será necesario ir hacia un «regadío competitivo, cuya gestión sea sostenible sin los auxilios recurrentes del Estado».