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Alfa 159 Sportwagon 1.9 JTDM, deportividad familiar

Con un diseño que enamora y una equilibrada mecánica turbodiesel (120 CV), Alfa Romeo convierte al 159 Sportwagon en una agradable propuesta de coche familiar y deportivo. Su precio se sitúa en 32.400 euros

Publicado por
JAVIER FERNÁNDEZ | texto
León

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Más Sport que Wagon, lo que significa mayor deportividad que familiaridad (si por tal entendemos capacidad «bruta») el 159 SW convierte al producto del Biscione en todo un objeto de deseo para los amantes de la conducción sin, en este caso, un excesivo desembolso, ni prestacional ni consumista. Para quien pretenda otras drásticas motorizaciones en la gama del 159... también las hay hasta 200 caballos. De lo que se trata, en el caso de nuestro protagonista, es de la conjunción armónica del placer -de conducir- y de observar una contención crematística que, entre otras cosas, se traduce en una media de consumo que no va más allá de los 7,5 litros (de gasóleo) por cada centenar de kilómetros, lo que nos permitirá superar ampliamente los 800 kilómetros sin necesidad de visitar el surtidor. El diseño del Afa 159 ya cautivó en su día; como hoy los trazos estilísticos de un «break» devenido en Sportwagon que no atiende tanto a la capacidad, por mucho que ofrezca 40 litros suplementarios de maletero en comparación a la berlina -de la que hereda plataforma- y que consiga 445 en utilización normal, ampliables a 1.235 litros con los asientos traseros abatidos, cuanto en la oferta de «algo» diferente o, por mejor decir, en la nunca fácil combinación de prestaciones y -ocasionalmente- capacidad añadida. Una cosa es cierta: el 159 Sportwagon hace volver la vista. No pasa desapercibido. Encandila a los observadores y, desde luego, debe hacerlo (seguro) a sus usuarios: morro perfilado, alta línea de cintura (lo que siempre trae aparejada una sensación de rotundidad, como sus abombados aletines) y un techo que acaba, de forma natural y sin estridencias, en una sugestiva y redondeada zaga; lo que termina por conformar unos trazos tan elegantes como impactantes. Y eso, ya se sabe, es siempre un valor añadido en una época en la que, tampoco es ningún secreto, la mayoría de los coches «se parecen tanto...». También el acabado interior es una de las bazas que juega el 159 SW, con una postura de conducción que puede calificarse como de las mejores del segmento, un volante de magnífico tacto (aro grueso, regulación en altura y profundidad con mandos para la radio), una banqueta de asientos que recoge perfectamente las corvas de las rodillas y un tacto de pedales y palanca de cambios que hacen honor a los principios deportivos de un fabricante que siempre ha rendido culto a las carreras. El equipamiento de serie -máxime en el Selective, nuestra unidad de pruebas- es tan completo como que no falta una generosa dotación de airbag (incluyendo el de rodillas para el conductor situado bajo la columna de dirección), el control de estabilidad, los frenos con ABS, sensores de lluvia, luces, aparcamiento, apertura del maletero desde el interior del habitáculo, los retrovisores eléctricos, como las ventanillas, el cierre centralizado y la guinda del arranque por botón. Equilibrio dinámico En el capítulo mecánico, el turbodiesel JTD Multijet tetracilíndrico de ocho válvulas y 120 caballos cumple perfectamente con su cometido, sobre todo por su unión a una impecable caja manual de 6 velocidades, que hace gala de unos estudiados desarrollos que permiten mantener cruceros altos con, ya se ha dicho, unos ajustados consumos. Por mucho que en ciudad, también es cierto, la cifra se dispare un poco (ronda los 9 litros) y nos veamos obligados a utilizar la palanca de cambios con mayor profusión de lo deseable; consecuencia de un motor al que le cuesta remontar desde los regímenes bajos. La perla del 159 Sportwagon es un comportamiento dinámico aplomado y homogéneo, por esquemas de suspensión y por tarados de muelle/amortiguador más firmes que los de la berlina (se supone que su condición de Wagon acarreará mayor carga), también por su equilibrado equipo de rodaje (llantas de 16 pulgadas, calzadas con neumáticos 215/55) y, lo mejor, por una casi total ausencia de balanceo; lo que agradecerán especialmente los ocupantes de las plazas traseras. Consecuencia: comportamiento neutro y reacciones perfectamente predecibles... ¡una gozada!. En suma, que a más de tractivo, el 159 Sportwagon ofrece un cuidado interiorismo, un buen espacio de carga y una mecánica tan moderna como eficaz.