El dilema de Papá Noel

Papá Noel lo tiene fácil estas Navidades: donde hay chavales, consola al canto. Lo malo va a ser por cuál decidirse, sobre todo si en esa casa no había ninguna o, peor aún, si había una jurásica que es preciso renovar. ¿Debe decantarse por la nueva generación o aprovechar las ofertas de las antiguas? Y en el primer caso, ¿ha de elegir la Xbox 360, cuya calidad se ha contrastado durante un año; la revolucionaria Wii, que llega este sábado a las tiendas españolas; o debe seguir esperando, al menos otros cuatro meses, a la Play 3? Las dudas aumentan si a las consolas domésticas se les suman portátiles o se opta por conseguir una buena tarjeta gráfica para jugar en el PC. De entre las nuevas, la Xbox 360 se está vendiendo a buen ritmo, en parte debido a la falta, hasta ahora, de competencia. Tiene una calidad gráfica incontestable, un nivel espléndido de juego 'on line' y es versátil, aunque todavía no se ha ganado, como pretende su fabricante, Microsoft, el título de 'reina del salón'. La compañía estadounidense no para de sacar periféricos y complementos, como volantes inalámbricos o cámaras web. La última incorporación será, en primavera, un reproductor de DVD de alta definición con conexión USB, por unos módicos 200 euros. El punto débil de esta máquina es que muchos de los juegos no han sido específicamente programados para ella, sino que son versiones de títulos para la PS2 o la Xbox original que no le sacan partido ni le hacen justicia. Cuesta 300 euros en su versión más simple. Su interminable catálogo de juegos (a partir de 9 euros) y su precio (130 euros y bajando) está convirtiendo a la PS2, aunque esté dando sus últimas boqueadas, en un serio rival para estas fiestas. Otra de las ventajas de la veterana de Sony es el tamaño de su última edición, la PS2 Two, similar a un libro de bolsillo. Además, el fabricante japonés ha diseñado una pantalla de cristal líquido para llevarla en el coche como consola o simple DVD. Hasta primavera sin Play Puede parecer una paradoja, pero una de las bazas de PS2 son los graves errores de su hermana pequeña, la PS3. Santa Claus puede comprarla en Japón y EEUU, pero Papá Noel habrá de esperar a marzo del año que viene. Demasiado tarde. Sobre la nueva de Sony se han dicho muchas cosas. Todo el mundo opina de oídas, porque han sido muy pocos lo que la han probado. Lo que sí se sabe es que su premio no bajará de 600 euros, y ése es otro grave hándicap. Hay quien piensa que la firma japonesa no ha cometido tantos fallos como se dice, pero el relevo de Ken Kutaragi -el que concibió la Play en 1994- al frente de la división de consolas no parece una casualidad. De todo ello puede beneficiarse también la Nintendo Wii, que este sábado llega a las tiendas españolas. En Estados Unidos disfrutan de ella desde hace un par de semanas algunos privilegiados, los que pudieron acceder a las 600.000 que se pusieron a la venta. Se agotaron en ocho días: una por segundo. Aquí costarán 250 euros, pero tampoco será fácil tenerlas a tiempo para Nochebuena. En la mayoría de los comercios, las reservas han superado ya las consolas previstas para el lanzamiento inicial y quienes no hayan sido previsores dependerán de la reposición de la marca japonesa. Que está bastante en el aire... La oferta de videoconsolas crece con las portátiles. Son pequeñas pero matonas. Su precio es similar al de un consola doméstica antiguas, pero, a cambio, cuentan con numerosas aplicaciones que las hacen más atractivas a un público de mayor edad. Además de disfrutar los mismos juegos que las domésticas, gozan de otros hechos a medida. Con la PSP (desde 190 euros) o la Nintendo DS (desde 130) se puede desde aprender idiomas a navegar por internet. Estas consolas sirven como reproductor de mp3, álbum de fotos o pantalla para ver las mejores películas de estreno e, incluso, pueden ayudar a mantener y mejorar la edad cerebral.