El Barrio Antiguo guarda todavía las esencias de la ancestral Beijing

|||| Cual indescifrable telaraña tejida alrededor de la Ciudad Prohibida... Hutong. Las angostas callejuelas del Barrio Antiguo conservan aún todo el encanto del ancestral modo de vida en Beijing. Actualmente convertido en barrio popular, y populoso, antiguamente vivían allí los cortesanos del emperador. Recorrer Hutong, a bordo de un típico triciclo a pedales ( san lun che ), se convierte en toda una experiencia... amenazada. Lo que no lograra destruir la Revolución Cultural, puede acabar haciéndolo el desmesurado desarrollismo de las modernas infraestructuras que, como tantos casos en cualquier rincón del globo, amenaza hoy muchos de los -para el visitante- maravillosos callejones donde se ubican unas típicas viviendas, actualmente ya no tan ajustadas a su primitivo diseño, que, sin cuarto de baño ni agua corriente (más por la ausencia de desagües que por el abastecimiento) acaban por configurar una suerte de «ciudad dentro de la ciudad». Nada como un san lun che , el triciclo a pedales, de dos plazas y capotado, para recorrer -y correr- por las intrincadas callejuelas del Hutong. No confundir con el rickshaw , el carrito de dos ruedas y un hombre a pie tirando de él. Originario de Japón ( jin-rikusha , vehículo de tracción humana) que se introdujo en China a finales del XIX, donde lo llamaron yangche (vehículo extranjero), acabó convirtiéndose en un símbolo de la explotación humana y desaparecería del país en la década de los cincuenta. Su sucesor es el bicitaxi que, a veces y erróneamente, se confunde con el rickshaw . Por cierto, tanto los san lun che como los salun motuoche (triciclo a motor) mantienen una auténtica lucha abierta con los taxis convencionales, casi rozándose -para regocijo de sus ocupantes- en cada cruce. (*) Las horas chinas son dobles. La hora del Mono abarca desde las 15.00 a las 16.59 h. La hora de la Serpiente, entre las 9.00 y las 10.59 h.