Ya se dan más licencias a mujeres que a hombres

La presencia de la mujer es cada día más visible en la profesión de detective privado. Tanto es así que en las escuelas donde se estudia esta actividad ya se han empezado a entregar más títulos a mujeres que a hombres, lo que se traduce en que hoy en día ya se otorgan más licencias profesionales a las féminas que a los varones. «Las mujeres somos más metódicas a la hora de trabajar, mientras que los hombres son más impulsivos», afirma la detective madrileña Mar Cisneros, que ve cierta ventaja en el sexo débil a la hora de sacar rendimiento a su esfuerzo: «Los hombres inspiran cierta desconfianza en los servicios en la calle. Dos mujeres en un coche no suelen despertar recelo; dos hombre sí inspiran desconfianza y pueden llevar al fracaso de la investigación. Realmente, las mujeres no realizamos mejor ningún tipo de trabajo, pero pienso que a la hora de obtener ciertas informaciones, hablando directamente con nuestro interlocutor o por teléfono, tenemos más posibilidades de obtener información por la confianza que transmitimos». De esta misma opinión es la ya experta catalana Carina Villena, que cree que es preferible utilizar a una mujer en seguimientos con esperas y en investigaciones que requieren entrevistas personales. «La gente sospecha menos de las mujeres, se fía más. Además, si los entrevistados son hombres, éstos sospechan menos y suelen ser más atentos con nosotras», subraya. Pero esta labor profesional también presenta desventajas para las mujeres. Es creencia generalizada que en seguimientos en zonas peligrosas la detective femenina es más vulnerable. «El hecho de ser mujer hace que los malos no se lo piensen dos veces a la hora de venirte a interrogar o a increpar. Si hablamos de seguridad en ferias y actos similares se produce más de lo mismo», manifiesta Villena. No obstante, ambas coinciden en señalar que las diferencias entre sexos son más de percepción de la gente que una realidad.