El cambio climático arruinará el turismo en el arco mediterráneo

A lo largo de este siglo, el cambio climático provocará una reducción de la producción agrícola en los países del sur de Europa, aumentarán las muertes debidas al incremento de la temperatura, las lluvias intensas y las inundaciones serán más abundantes, y la industria turística del Mediterráneo sufrirá pérdidas de miles de millones de euros. Así de pesimistas son las conclusiones de un informe elaborado por la Dirección General de Medio Ambiente de la UE, que ha sido presentado ante la Comisión Europea, en el que también se recogen las opciones políticas a poner en marcha para reducir este tipo de catástrofes. También se recogen las proyecciones del impacto económico que el cambio climático provocará en la Unión Europea, que está siendo elaborado por el Centro de Investigaciones Conjuntas de la Comisión Europea. Así, para tener garantías de éxito en la lucha contra el cambio climático, deben reducirse las emisiones de CO 2 para evitar que la temperatura del planeta aumente más de 2 grados. Sin embargo, las emisiones actuales de gases indican que se superará ese límite, lo que provocará alteraciones irreversibles del ecosistema a nivel global. No obstante, entre sus conclusiones se afirma que para el año 2050 es técnicamente posible reducir en un 25% las emisiones de gases de efecto invernadero con respecto a las de 1990. Cambios de destino Según se recoge en el texto, la escasez de agua y las altas temperaturas convertirán a buena parte de España, Grecia e Italia en zonas desérticas. En el norte de Europa los inviernos serán cada vez más calurosos y húmedos, los veranos más calientes y secos y, por tanto, más fiables meteorológicamente. Sin embargo, en la zona meridional, aunque los inviernos serán como los de los países nórdicos, en los meses de verano se superará el número de días en los que las temperaturas rebasarán los 40 grados. Los efectos se harán sentir en toda la cuenca mediterránea (especialmente en la oriental), con la posibilidad de que aumenten los fenómenos climáticos extremos. La mayor parte del turismo que llega al Mediterráneo procede del norte de Europa siendo más de 110 millones los europeos de los países nórdicos que pasan cada año sus vacaciones en la costa mediterránea, y que se gastan cada año entre viajes y estancias más de 100.000 millones de euros. Como los veranos serán más agradables en la Europa septentrional habrá menos motivación para desplazarse al Mediterráneo y el turismo de playa se trasladará hacia el Mar del Norte (costas de Alemania o Dinamarca) o al Mar Báltico. En el aspecto positivo para el sector turístico mediterráneo, las condiciones climáticas serán más suaves en primavera y otoño, aunque su impacto será limitado porque la tendencia será viajar a otros destinos climáticamente mejores, lo que propiciará que muchas zonas tengan pérdidas por el turismo, mientras que otras saldrán ganando. Lo peor de todo es que la subida de los termómetros incrementará el número de fallecimientos por el calor. Para el año 2080 se prevé que si la subida de la temperatura media es de 3 grados en el conjunto de la UE, se producirán unas 86.000 muertes anuales adicionales. Si se logra limitar a 2,2 grados la cifra se reduciría a unas 36.000. Como dato positivo, en los países del norte de Europa habrá menos muertes causadas por el frío. España e Italia serán dos de los países más afectados por sequías, reducción de la tierra fértil, incremento en la frecuencia y extensión de los incendios forestales y la evaporación, lo que favorecerá al avance del desierto. La agricultura europea sufrirá cambios importantes perjudicando a los países del sur e incrementando la producción en los del norte. Los pronósticos apuntan a que en el año 2080 y debido a la reducción del periodo de crecimiento de las plantas por el calor, los rendimientos agrícolas en los países sureños caerán entre el 2 y el 22%, dependiendo de las regiones. Sin embargo, en los del norte, la prolongación de la estación de crecimiento y el alargamiento de la temporada de hielo en los campos favorecerán un aumento del rendimiento agrícola cifrado entre el 3 y el 70%.