Todos contra Luis Aragonés
Cinco «managers» de fútbol compiten en el mercado actualizados ya con todos los datos de la liga en curso
En un país donde cualquier aficionado se siente más capacitado que el seleccionador nacional para entrenar a un equipo de fútbol, el mercado del videojuego ofrece al menos cinco «managers» con los que ir perfeccionando las tácticas y ensayando jugadas hasta recibir la llamada de la Federación. Un «manager» es un simulador en el que el jugador no disputa los partidos, sino que entrena al equipo, confecciona la plantilla, se encarga de las finanzas y controla las instalaciones. El concepto inglés define mejor sus funciones que el de entrenador. En todos ellos, el jugador puede elegir el club que prefiera, o iniciar una carrera desde un humilde equipo. Varios de ellos ofrecen la posibilidad de entrenar selecciones nacionales. Una propuesta esperada era Championship Manager' (CM) 2007 , la más reciente entrega de una saga de éxito hasta que Eidós se separó de Sports Interactive Games. Esta última firma, a su vez, tiene en el mercado Fooball Manager . Los dos videojuegos tienen algo en común: la simulación del partido se realiza en dos dimensiones. Es decir, llegado el domingo, dos grupos de «chinchetas» deambulan sobre un panel verde mientras un público inexistente ruge no se sabe dónde, ni por qué. Para los puristas, ese dato es baladí porque lo importante de un simulador es el proceso de toma de decisiones, no el partido en sí. Pero a los neófitos puede defraudarles el poco contenido gráfico. Real como la vida misma Otros tres títulos apuestan por la simulación en 3D; en todos los casos, el resultado casi parece una retrasmisión televisiva. El más conocido, al menos por tradición, es el PC Fútbol . Dos años después de la resurrección de la franquicia la edición del 2007 recupera, tras la tomadura de pelo del 2005, un hueco entre los mejores. Ofrece un gestor sencillo, ágil y de entorno agradable, la simulación es acertada y los comentarios de Sergi Mas y Michael Robinson son razonables. Un fallo grave es carece de licencias de imagen fuera de España, por lo que las competiciones internacionales se disputan frente a equipos inexistentes. Manager de Liga 2007 fue el primero en llegar al mercado actualizado con los más recientes datos. Codemasters se inclina por la comodidad en las pantallas, aunque los menús están mal organizados y el diseño artístico introduce un punto de caos que hace difícil avanzar por el juego. Pero cuando llega la simulación en 3D, el juego vuela tan alto que el jugador queda satisfecho pese a que los futbolistas virtuales apenas se parecen a los reales. Único pero: los comentarios del locutor J. J. Santos, repetitivos y sobreactuados; nada es perfecto. Amado u odiado Y no faltó a su cita anual Total Club Manager (EA), que concita desde apasionadas fidelidades hasta viscerales odios. La edición de 2007 ofrece menús super-mega-ultra-fashion que despistan al principio, pero no entorpecen el desarrollo del juego. Sus detractores le achacan lo mismo que sus defensores alaban: la condición de «manager» obliga a ocuparse de todo: desde fichar jugadores y confeccionar la alineación hasta gestionar el «merchandising» del club o alquilar las vallas publicitarias del estadio. Coincidencia generalizada es que el apartado «vida privada» -hay que buscar casa, cuidar a la pareja o educar a los hijos- termina por convertirse en un estorbo. La simulación en 3D es magnífica. Hay un tierno esfuerzo para conseguir que los jugadores virtuales se parezcan a los reales y los comentarios del equipo deportivo de la Cadena Ser aportan realismo, salvo por el empeño de Manolo Lama en que el árbitro masacre a los contendientes tarjeta tras tarjeta. Una novedad es la posibilidad de manejar a un futbolista mientras se disputa el partido simulado. Para los puristas, un sacrilegio; para otros, permite romper con la rutina en la que pueden llegar a caer, por su mecánica repetitiva, los juegos de gestión deportiva.