Compartiendo habitación con Napoleón Bonaparte

Usted puede dormir en la habitación que Napoleón ocupara una noche durante su estancia en Astorga. Usted puede comer en el salón en el que, en tiempos de Alfonso XIII, se celebró un Consejo de Ministros bajo la presidencia del Marqués de Alhucemas. Usted puede sumergirse en la historia y la tradición de una de las ciudades más antiguas de España, desde el maravilloso escenario de una vetusta casa del siglo XVIII que, durante mucho tiempo, fue la residencia habitual de los Condes de Tepa. Si hablamos de lugares con encanto este pequeño hotel, situado en el centro neurálgico de la capital maragata, lo tiene en grado sumo. Dispone de 10 habitaciones con televisión de plasma, baño completo y zona de estar. La gran casa cuenta con un amplio jardín de diseño decimonónico, biblioteca, cuarto de juegos, varias salas y galerías y dos grandes salones para reuniones, convenciones o actos sociales, conservando en todos ellos un ambiente aristocrático y refinado, propio de la época de construcción del peculiar edificio. La minuciosidad y cuidado de la restauración emprendida recientemente ha tratado de recuperar la peculiaridad arquitectónica e histórica del viejo caserón, casi un palacio, incorporando todas las comodidades actuales para su pleno disfrute. El Hotel Casa de Tepa se encuentra ubicado en pleno Camino de Santiago, dentro del recinto amurallado de Astorga, próximo a las termas romanas y en un punto intermedio entre la Plaza Mayor y la Catedral y el Palacio Episcopal de Gaudí. El establecimiento está dirigido por la joven Jésica Rebaque y bajo la tutela de su propietario Manuel Gullón. «El edificio -explica Gullón- estaba en unas condiciones lamentables. Lo que hemos hecho es recuperarlo conservado en lo posible sus señas de identidad. La idea es mantener este hotel como la casa que fue, queremos que los visitantes sientan que están disfrutando de la hospitalidad de una vieja familia de la aristocracia astorgana. Que se sientan tranquilos, cómodos¿ seguimos conservando recuerdos, fotos y cuadros de la familia, que es muy extensa, para dar esa impresión de hogar, un paso más allá del simple hotel. Nosotros entendemos que debemos ofrecer un servicio de calidad excepcional. El hotel se abrió el pasado mes de julio y pretendemos ser los mejores en calidad, servicio, simpatía¿ tratando de que todo el mundo quede muy contento de su paso por Astorga». Después de su puesta en marcha como hotel, ahora llega la segunda parte, la incorporación del comedor. Hasta ahora se han venido dando comidas por encargo, cosa que se seguirá haciendo, sobre todo los fines de semana, pero para el próximo verano esperan consolidar su oferta gastronómica que tendrá su punto más sugerente en las cenas que se servirán en el jardín, desde el que se contemplan las torres de la cercana Catedral. «Haremos una cocina basada en productos de altísima calidad y con una carta muy corta en la que siempre daremos preferencia a la rica gastronomía de la comarca». El cocinero de este singular hotel es Luis Rubio, un veterano profesional que está ilusionado con el proyecto. «Don Manuel quiere respetar la cocina tradicional de siempre, incluso buscando viejas recetas de nuestras abuelas para que no se pierda en encanto de la cocina de aquí. Entre nuestras especialidades estará, como es lógico, el ya célebre cocido maragato¿ y entre otras muchas propuestas podemos adelantar que haremos unos riquísimos garbanzos con gambas, ancas de rana, legumbres de la zona, el bacalao que es uno de los platos más típicos de los maragatos, el morcillo de ternera y unos espectaculares postres caseros. Jugaremos también con los productos de temporada, como pueden ser las setas, alguna caza¿» Si ustedes quieren disfrutar de este extraordinario hotel y de su cuidada cocina, tengan en cuenta que hasta el verano solamente podrán hacerlo los fines de semana y contacten antes telefónicamente con el hotel, ya que el salón destinado a comedor, con su chispeante chimenea, es tan pequeño como hermoso y pueden encontrarlo lleno. Un lugar con extraordinario encanto en una de las ciudades con más historia de la península.