Mitsubishi Outlander, culto a la practicidad
Tres modos de tracción, motor turbodiesel bomba-inyector (140 CV) y un comportamiento más versátil. El Outlander enarbola la bandera de Mitsubishi en el emergente segmento de los SUV. Su tarifa arranca en 28.950 euros
El nuevo Outlander, tercero en discordia de la «combinación» entre los nipones de Mitsubishi y los galos de PSA (Peugeot Citroën), se presenta como el abanderado de «Mitsu» para lo que ya se conoce como el año SUV , dada la eclosión de este tipo de realizaciones en el recién estrenado 2007. El de los SUV se considera ya como uno de los segmentos populares, cuyas previsiones apuntan hacia un crecimiento del 35% de aquí a un par de años, con lo que nadie quiere quedarse fuera de juego. Sobre la base de una dilatada tradición en 4x4 y unos planteamientos se diría más «drásticos» que su antecesor, entendiendo por tales unas mejores condiciones de utilización fuera del asfalto, el nuevo Outlander presume de ofrecer unos vanguardistas planteamientos tecnológicos, sobre todo en el sistema AWD de tracción conectable con diferencial central de acoplamiento controlado electrónicamente y tres modos de utilización (ver cuadro). Eso, por no hablar de la practicidad que suponen las dos plazas suplementarias ocultas bajo el piso de la parte trasera del habitáculo y que se convierten en una excelente solución «de emergencia» para desplazamientos cortos que, eso sí, sólo está disponible a partir del acabado Intense Plus. En el capítulo dinámico, los cinco centímetros suplementarios en el aumento de batalla del nuevo Outlander y los cuatro y medio de vías, propician un comportamiento más efectivo en asfalto, lo que también influye en las bondades prácticas del renovado modelo, a las que también contribuye la adopción de un techo de aluminio -herencia Lancer Evolution IX-. Consecuencia: 5 kilos menos de peso «en cabeza», con la también consiguiente rebaja del centro de gravedad del vehículo (4 milímetros) y un recorte de balanceos en la carrocería -también menor tendencia al vuelco-. El nuevo Outlander mide 4,64 metros (10 centímetros más que la anterior versión) y, además de la mencionada tercera fila «escondida», puede abatirse (también desplazarse 80 milímetros longitudinalmente) la segunda fila de asientos con sólo accionar un botón. Como equipamiento de serie, se dispone de un nuevo portón de apertura en dos mitades, cuya parte inferior, a sólo 60 centímetros del suelo, puede soportar hasta 200 kilos de peso para facilitar las operaciones de carga y descarga al interior de un maletero con capacidad para 774 litros, (sólo 402 en la anterior versión). En una primera fase de lanzamiento, el Outlander solamente se venderá con el motor diesel 2.0 DI-D (140 CV) firmado por Volkswagen, el conocido (y veterano) sistema bomba-inyector, con turbo de geometría variable e intercooler, que entrega un par de 31,6 metros/kilo a 1.750 vueltas, viene unido a un cambio manual de 6 velocidades y cuyas cifras prestacionales son interesantes: 10,8 segundos en aceleración de cero a cien, 187 por hora de punta y un consumo medio de 6,7 litros por cada centenar de kilómetros. En una segunda fase, parece estar prevista la adopción de llamado «motor mundial», un tetracilíndrico turbodiesel de 170 CV firmado conjuntamente por Daimler-Chrysler y los coreanos de Hyundai. ¿No se confía en PSA? No, hombre, no. Los nipones de «Mitsu» podrían también tener en el cajón otro acuerdo para la adopción de un HDi de mayor cilindrada y potencia... veremos. Está también prevista la incorporación a la gama Outlander de un V6 de 220 CV. Ya se verá... también. El caso es que con la motorización turbodiesel de 140 CV, el modelo se muestra eficaz en asfalto y, como corresponde a la filosofía de la marca, en tierra el Outlander resulta ser todo un Mitsubishi. Cuatro son los acabados previstos: Invite, Intense, Intense Plus y Kaiteki. Desde el acabado de acceso, el Outlander cuenta de serie con elementos como los retrovisores exteriores calefactables y con regulación eléctrica, sensor de encendido de luces, climatizador automático, ordenador de viaje y equipo de sonido con radio CD y MP3. Conforme se suben peldaños, se adopta un equipamiento más lujoso: llantas de aleación de 18 pulgadas, control de velocidad, Bluetooth, tapicería de cuero con asientos calefactables y hasta un sofisticado equipo de audio 650 W con 9 altavoces. En el capítulo de opciones cabe destacar el sistema de navegación con disco duro, previsto para grabar mapas y música, reproductor DVD con pantalla táctil LCD de siete pulgadas y cámara de visión trasera para ayuda alas maniobras de estacionamiento. Mitsubishi tiene previsto desarrollar hasta una decena de nuevos modelos sobre la plataforma de esta renovado generación del Outlander.