Robinsones salvados por Internet

|||| Tres guardas forestales viven una semana en el parque nacional y luego son reemplazados por otro turno. Es la única presencia humana en la isla. Estos realizan tareas de mantenimiento que inevitablemente recuerdan a Robinson Crusoe. Tampoco pierden de vista a los mariscadores furtivos. Los tres habitantes apuran los arreglos porque la Semana Santa está próxima. Es entonces cuando se reabre el parque a las visitas. Llegan 2.200 turistas en transbordador y 800 están acampados. ¿Cómo es un día en la vida de estos robinsones? «Se va llevando si estás a gusto, unos más que otros. Es como andar en alta mar, lejos de la mujer y los fillos. Lo peor son los días de temporal. Esas noches las pasamos hablando así que nos conocemos tanto que una miraba basta. Sin Internet, estaríamos perdidos», dice el cangués José Manuel Fernández Nogueira, de 38 años. Su compensación es vivir en plena naturaleza. Sus compañeros, David Nogueira Cabadón, de 25 años, y Manuel Chamborro, bilbaíno de 44 años, creen que la elección de las Cíes como mejor playa del mundo tendrá gran influencia para la isla. Se llevaron una grata sorpresa al saber que las Cíes superaba a espectaculares arenales de México o Zanzíbar. «No sé si será la mejor playa porque no conozco las otras, pero esta noticia tendrá gran repercusión en el parque; en Semana Santa esto va a estar lleno de ingleses», comenta uno. Para ellos, Cíes lidera la clasificación por algo: es una playa bonita, con paisajes, fauna marina y bosques de algas pardas. «Aquí ha venido gente del Mediterráneo y no ha pasado de meter el pie en el agua de lo fría que estaba», recuerda uno. «Esta es nuestra segunda casa y la cuidamos como una finca propia. La mitad de nuestra vida la pasamos aquí», dice otro que lleva cuatro años en las Cíes. Lanzan un mensaje a los visitantes: «Que cuiden la isla y no vengan a destrozar, sino a disfrutar». Y que los bañistas no tiren colillas.