La temperatura de España subirá 3º C en treinta años
Si se confirman las predicciones, nuestro país será especialmente vulnerable al cambio climático y sólo a orillas del Cantábrico podrá vivir la mayoría de los españoles que quiera respirar aire menos caliente
El Informe sobre Escenarios Climáticos para España, encargado por el Instituto Nacional de Meteorología (INM) al equipo que dirige Manuel de Castro, de la Universidad de Castilla-La Mancha, dibuja un negro futuro para España confirmando que será especialmente vulnerable al cambio climático. En las predicciones se han tenido en cuenta los tres modelos de estudio (alemán, británico y canadiense) que se utilizan por los expertos y en los que se afirma que la subida de las temperaturas a lo largo de este siglo se corresponde con el aumento experimentado durante la segunda mitad del siglo XX. La predicción más desfavorable es la del modelo alemán, en el que se vaticina que la temperatura máxima anual subirá hasta 3 grados centígrados en el periodo 2011-2040 y hasta los 5 para finales de siglo. Los modelos canadiense y británico se mueven en incrementos inferiores calculando una ascenso para el año 2100 de 4 y 3,5 grados, respectivamente. En cuanto a las precipitaciones, todos los estudios apuntan hacia una mayor variabilidad cada año, afectando al actual régimen de lluvias y nevadas, complicando el aprovechamiento y la regulación de los recursos hídricos. En la mitad sur peninsular, las predicciones coinciden en que se reducirán hasta el 40% en la mitad sur peninsular. Además, habrá un incremento de las lluvias torrenciales (sobre todo en las regiones mediterráneas), más olas de calor, sequías, un aumento de la salinidad del mar y nevadas menos copiosas. Tres escenarios Según José Antonio López, jefe del Servicio de Climatología del INM, las variaciones climáticas que se produzcan en España están en sintonía con las presentadas hace unos días por el IPCC. Serán más acusadas en verano que en invierno y se producirán olas de calor similares a las del año 2003, que pueden repetirse cada cinco años. Sobre los efectos del cambio climático durante el invierno, indicó que hay más incertidumbre porque los resultados son más dispersos. De lo que no cabe duda es que las regiones mediterráneas serán las más afectadas, ya que soportan un mayor estrés climático y están actualmente cerca de los límites de precipitaciones y temperaturas. A mediados de siglo, la mitad sur peninsular se parecerá al norte de África y el norte de España será similar al sur peninsular. Todos los escenarios analizados en el informe del INM coinciden en que si continúan las emisiones de gases de efecto invernadero las temperaturas en España subirán de forma progresiva a lo largo del siglo. Además se han comparado las temperaturas medias durante el mes de julio en tres escenarios: 2011-2040, 2041-2070 y 2071-2100. En el periodo 2011-2040, se prevén subidas máximas anuales de entre 0,5 y 3 grados. Los aumentos más importantes tendrán lugar en Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid, Extremadura y Navarra, mientras que serán menos pronunciadas (un grado) en el levante y la costa cantábrica. En el escenario 2041-2070, las temperaturas se incrementarán entre 1,5 y 5 grados, dependiendo de las zonas. Las subidas mayores (entre 2,5 y 5 grados) se producirán en Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid, Extremadura, Navarra y la cuenca alta del Ebro, mientras que en las zonas costeras serán menos pronunciadas. Así, en el Mediterráneo y el Cantábrico aumentará entre 1,5 y 3 grados, y en Andalucía entre 1,5 y 3,5. En el último tercio de siglo las temperaturas máximas anuales subirán entre 4 y 7 grados en la mayor parte de la península, siendo los aumentos más importantes en Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid, Extremadura, Navarra y la cuenca alta del Ebro. En el Mediterráneo la horquilla está entre 3,5 y 4,5 grados; en el Cantábrico, entre 2,5 y 4, y en Andalucía, entre 2,5 y 5,5 grados. Según el INM, la costa cantábrica será la que registre menor subida de temperatura (un máximo de 5 grados) y, si se cumplen los pronósticos, allí tendrá que vivir la mayoría de las personas que quieran respirar aire menos caliente. Esto no significa que a orillas del Cantábrico la situación no sea grave, también se producirán cambios en el paisaje, pero en menor medida que el resto peninsular.