Terrain Response

Se trata de una tecnología que potencia las posibilidades de utilización off road del Freelander 2. Se monta de serie en todos los modelos de la gama, a excepción del básico, y adapta las respuestas del motor, la transmisión, el acoplamiento central y los sistemas de chasis del vehículo a las demandas del terreno para optimizar la conducción y maximizar la tracción. El conductor puede elegir cualquiera de las cuatro configuraciones del «Terrain Response» mediante un mando giratorio situado en la consola central: Modo General: indicado para la conducción en carretera o todoterreno poco exigente, el ETC y el DSC se activan sólo en caso de emergencia. Hierba, gravilla, arena: indicado para condiciones deslizantes, dentro y fuera de la carretera (superficies resbaladizas), con una entrega gradual del par de tracción y un retraso en la respuesta del acelerador para evitar que las ruedas patinen. Barro y surcos: indicado para superficies blandas y roderas profundas, con una entrega gradual del par y, de nuevo, retraso en la respuesta del acelerador para evitar que las ruedas patinen. Arena: indicado para arena de playa, dunas y desierto, con una máxima respuesta del acelerador y potencia máxima del motor en condiciones de suelo muy suelto. Reparto de tracción del 50/50.