Peugeot 4007, desembarco en territorio SUV
Amplio, versátil y con filosofía campera. Potente motor HDI (156 CV), tres posibilidades de tracción y hasta 7 plazas. PSA desembarca, con autoridad, en uno de los segmentos más emergentes del mercado
Cada día se desvelan más claves de la irrupción de los galos de PSA (Peugeot Citroën), de la mano de los nipones de Mitsubishi (Outlander), en el segmento de los SUV todocamino con un par de vehículos (Peugeot 4007 y Citroën C-Crosser) llamadas a popularizar este tipo de realizaciones en un, hasta hace poco, coto exclusivo de los fabricantes especialistas. Realizados sobre una base idéntica, motorizados por -¡sólo faltaba!- un prestacional tetracilíndrico HDI de 156 CV, con caja manual de 6 velocidades y tracción delantera conectable a 4x4, ambas realizaciones trufan su personalización estética con pinceladas bien conocidas en cada fabricante: generosa «boca» frontal para el 4007 y perfilado «chevron» en el C-Crosser; es decir, que los dos coches resultan perfectamente reconocibles en su procedencia y de «su» marca. La enorme parrilla delantera permite al Peugeot 4007 desmarcarse estéticamente, no sólo de sus enemigos naturales, también de su primo hermano ; se diría en una suerte de inspiración -por continuación- estilística del reciente 207, mientras en la zaga se advierten también reminiscencias del pequeño monovolumen 1007 (grupos ópticos enlazados por una banda cromada). Con 4,65 metros de longitud y disponibilidad hasta 7 plazas (la tercera fila suplementaria se esconde bajo el piso del maletero) el habitáculo hace gala de unas dimensiones que, entre otras cosas, permiten una segunda fila de asientos con posibilidad de alojar tres ocupantes «de verdad», puede desplazarse -la fila- longitudinalmente (80 milímetros) y plegarse asimétrica o totalmente, lo que permite jugar con la capacidad del maletero desde los 510 litros -con 5 plazas) hasta los 1.686 si se abate completamente la segunda fila. Eso sí, con las 7 plazas ocupadas sólo se dispone de 184 litros; ya se sabe, el habitual peaje a pagar con tanto asiento disponible. Conviene apuntar que, como también suele ser habitual, las dos últimas plazas están pensadas para niños o, como mucho, para desplazamientos muy cortos de adultos escasamente acuerpados . Profusión de huecos portaobjetos y un portón trasero de apertura en dos piezas: superior e inferior, con ésta última bastante baja (a 60 centímetros del suelo) para facilitar las maniobras de carga y descarga, acaban por redondear un conjunto estético-práctico que rinde culto a la filosofía del producto y al segmento de militancia. Las suspensiones independientes en ambos trenes, las llantas de 18 pulgadas (16 para campo) y la utilización del aluminio en la fabricación del techo (menor peso y rebaja en el centro de gravedad del vehículo) hablan bien a las claras de la intención del fabricante -de los dos- por ofrecer un producto vanguardista. Eso, por no hablar de las tres posibilidades de tracción: «2WD» (tracción delantera), «4WD» (tracción total) y «Lock» (4x4 con preponderancia sobre el eje trasero) o del sofisticado control de estabilidad ASC. En una primera fase de lanzamiento, PSA confía la motorización de sus dos todocamino (Peugeot 4007 y Citroën C-Crosser) a, ¿alguien lo dudaba?, un moderno turbodiesel multiválvulas de rampa común y filtro de partículas, que cubica 2.2 litros y entrega 156 caballos que, dicho sea de paso, también se monta en el Land Rover Freelander 2 Td4 y que -ya habrá ocasión de probarlo- se presume como una excelente «pieza» para el conjunto de un coche que comenzará a venderse en julio.