Porsche Cayenne, cambios estéticos y nuevas mecánicas
Estética renovada, inyección directa de gasolina y hasta 500 CV de potencia. Porsche lanza la segunda del todoterreno Cayenne con la mirada puesta en lo más granado de la competencia. Su tarifa arranca en 57.251 euros y llega hasta los 118.307.
El superlativo Cayenne cumple su segunda entrega con planteamientos, técnicos y dinámicos, aún más contundentes: culto a la inyección directa de gasolina, motores V6 y V8 (turboalimentado éste último) y un abanico de potencias entre 290 y 500 CV. Se diría en único auténtico «todoterreno», por lo que trae aparejado de moverse con autoridad en todos los terrenos y con la idea de tenérselas tiesas con dos joyas en los catálogos de sus enemigos naturales: el Q7 de Audi y el también renovado X5 de BMW... entre «figuras» anda el juego. Un perfil más agresivo y un morro rediseñado, configuran las nuevas señas de identidad del Cayenne que, de esta forma, gana muchos enteros estéticos con referencia a la anterior versión. Se diría con una imagen más robusta, el Cayenne estrena faros, parachoques delantero, intermitentes y unas generosas tomas de aire, amén de un abultado capó en la versión turbo. También la zaga ha sufrido modificaciones en el parachoques, en los grupos ópticos y en el alerón, ahora más grande. El interiorismo permanece prácticamente invariable, con unas terminaciones tan lujosas y equipadas como cabe suponer. Las tapicerías son de nuevo cuño y, lo más significativo, se adopta un sistema de apertura automática del portón trasero. Donde sí que el Cayenne pone el punto de inflexión es en el capítulo dinámico por mor de las nuevas adopciones motorísticas, más potentes y con inyección directa de gasolina que, al parecer, pueden suponer el primer paso del fabricante hacia la tecnología de motorización híbrida, que Porsche debería estrenar en su futuro modelo Panamera. Los técnicos germanos afirman que con la inyección directa, cuya presión oscila entre 40 y 120 bares según se trate del motor V6 o del V8, la reducción del consumo de combustible puede llegar hasta un 15% como media, comparándola con los anteriores motores y sin olvidar que los nuevos son sensiblemente más potentes. La versión de acceso a la gama del Cayenne viene dada por un nuevo V6 (origen VW) cuya cilindrada sube de 3.2 a 3.6 litros y que entrega 290 CV (40 más que el antecesor). Los V8 que animan las versiones S y Turbo suben su cilindrada hasta los 4.8 litros (antes 4.5 litros) y sus potencias hasta los 385 CV y 500 CV del turboalimentado, ambos con tecnología VarioCam Plus, un sofisticado sistema de control del levantamiento de las válvulas. Como fácilmente puede suponerse, las cajas de cambios, tanto la manual de 6 velocidades como la Tiptronic, también de 6, han recibido los oportunos ajustes que les permita absorber el significativo incremento de potencia (40 y 50 CV respectivamente). Lo mismo que sucede con el equipo de frenos (discos de mayor diámetro) y suspensiones. Apuntar en este aspecto -el de las suspensiones- que el nuevo Cayenne se beneficia de un innovador sistema de estabilización activo en curva PDCC (Porsche Dynamic Chasis Control) con barras estabilizadoras divididas en dos segmentos y dotadas, entre las separaciones, de un servomotor hidráulico capaz de reducir, hasta prácticamente obviarlo, el balanceo de la carrocería. El sistema se desconecta automáticamente cuando el conductor selecciona el modo off road , para no penalizar el comportamiento del Cayenne en utilización todoterreno. Eso sí, el PDCC es opcional: 3.456 euros. Las ayudas a la conducción se complementan con el control de estabilidad PSM, el sistema de tracción total PTM, la suspensión neumática (3.188 euros) y el tren de rodaje activo PASM.