La fauna de huecas cabezas esconde la historia al revés, la que ven desde el otro lado
|||| Todos tienen su apodo, algunos inexplicables. Los portadores de los Cabezudos los llaman cariñosamente por un «alias». Los hay para todos los gustos. El «berrugón», «la abuela», «el coreano», «el pirata», «el mago», «el bandolero», «el militar»... una fauna de personajes excéntricos, desconchados, que no han perdido su sonrisa, esa que fascina y asusta a los niños, esa en la que se adivina un trasfondo de nostalgia, de otros tiempos, esa que no se borra en la esperanza de los años venideros. Y están de buena suerte. «Como objetivo a medio plazo nos marcamos crear una nueva cuadrilla de gente joven, interesada en nuestra fiesta, que quiera participar en los desfiles de Gigantes y cabezudos de San Juan y San Pedro y en el resto de fiestas y celebraciones donde se requiera la presencia de nuestra colección (en los barrios, en encuentros provinciales y nacionales)». Así define la concejala de Fiestas, Cristina Gómez, la novedosa iniciativa que el Ayuntamiento ha ideado para fomentar y promocionar la tradición de los Gigantes y Cabezudos. Pero la idea va más allá. «A largo plazo pretendemos conseguir una mejor colección, recuperando gigantes que ya se han perdido, llevando a cabo restauraciones periódicas de aquellos elementos que lo precisen, y participar con esta colección en cuantos certámenes y encuentros tengan lugar en toda España, llevando así el nombre de nuestra ciudad, nuestra música y carácter por todo el país», anuncia la concejala que además compromete la ayuda de la Concejalía de Fiestas a «apoyar cualquier iniciativa encaminada a crear una Asociación de Amigos de los Gigantes y Cabezudos de León, proyecto que, de materializarse, supondría un punto de inflexión en la historia de esta tradición tan nuestra». El Ayuntamiento va a restaurar este año las 17 cabezas que conforman la colección del Ayuntamiento. Además, estos personajes serán el centro de atención en unas jornadas de puertas abiertas en los almacenes municipales para los asistentes a las charlas que se desarrollarán de 16 al 18 de abril para que puedan conocer antes que nadie la restauración que se plantea. Los cabezudos participarán en varios actos culturales en los colegios, que ya colaboran habitualmente en la promoción de las fiestas populares. León copia así la iniciativa que ya se está aplicando en ayuntamientos como el de Zamora, donde los representantes municipales han dado un paso más allá y han cedido a asociaciones de carácter local la conservación y el mantenimiento de esta tradición, lo que permite que el padre lleve a los niños a los actos, la madre se ocupe de restaurar la ropa de los muñecos y, de esta manera, se produce un relevo generacional que garantiza la continuidad de la fiesta. Cariño y entusiasmo son los únicos ingredientes, y en el caso de los Gigantes, cierta corpulencia física para su traslado.