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«Los barrios periféricos son los más participativos»

Jesús Bayón | Lleva 23 años acompañando a los Gigantes y Cabezudos a ritmo de dulzaina. Su personaje, vestido con el traje típico de León, va aparejado a la inseparable caja y a los cohetes, que avisan de la llegada de la comitiva.

Publicado por
CARMEN TAPIA | texto
León

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Jesús Bayón es el músico que acompaña a los Gigantes y Cabezudos desde 1984. Hace unos años salía a la calle con otro dulzainero, Víctor de la Riva, que ya dejó el oficio. La sones de la dulzaina suenan acompañados por la «inseparable», como él mismo la define, caja o redoblante. Bayón tiene experiencias y anécdotas suficientes sobre las distintas cuadrillas, comparsas y personas que han ido desfilando con estos muñecos a cuestas por las calles de León. De todo hablará en su charla el día 17 de abril. Bayón recuerda a los alumnos de San Cayetano, que inicialmente portaban a estos gigantes, para pasar el relevo a los empleados del Ayuntamiento, sobre todo personal de la limpieza y jardinería. «Estas personas lo fueron dejando por razones de edad y ocuparon esos puestos los estudiantes». Bayón recuerda a las familias enteras que formaban parte de la cuadrilla, como los tres hermanos Mato «que portaron a los gigantes y cabezudos durante 25 años». Este dulzainero recordará en su charla a Vitorino, -«una persona muy peculiar y entrañable», - el encargado de tirar casi dos docenas de cohetes en su recorrido . «También tengo anécdotas con él, como el día en que uno de los cohetes se desvió y entró por la ventana de una casa y salío un señor en pijama quejándose del susto que le habíamos dado». Bayón es recopilador de la canción tradicional leonesa. Ese conocimiento le llevó a elegir el pasacalles que acompaña a estos personajes en su recorrido. También ha incorporado uno específico que acompaña a los gigantes de Villafranca del Bierzo. «Una de las cosas que siempre he cuidado mucho es ir acompañando con el traje tradicional de León, porque así lo exige al entorno». Bayón tiene documentos oficiales del precio que pagó el Ayuntamiento en el año 1944 por estos muñecos: 440 pesetas por un cabezudo y 2.000 pesetas por un gigante, una cantidad nada desdeñable para la época. «Los gigantes y cabezudos han sufrido modificaciones por su deterioro. Antes había personajes de películas como los hermanos Marx, Popeye, Cantinflas. Los gigantes representaban las distintas razas». Este músico mencionará los distintos recorridos de la comitiva. Bayón recuerda la figura de los niños «que se ha ido perdiendo», acompañando a estos personajes. Las fiestas infantiles en los barrios, que es donde ahora acude la comitiva de cartón, son donde los gigantes y cabezudos se muestran a los más pequeños. Barrios como Puente Castro, Trobajo, Armunia y Oteruelo son los más participativos. «En cuanto tiramos los primeros cohetes la gente joven sale a la calle, nos acompañan e incluso nos obsequian con comida y bebida en los bares de la zona».