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«Las becicletas», una historia rural en el León de la posguerra

Epigmenio Rodríguez realiza su ópera prima con actores leoneses en diferentes localidades de la provincia.

Publicado por
MIGUEL ÁNGEL NEPOMUCENO
León

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«¡Motor!,¡ sonido!, ¡cámara!, ¡acción!». Con estas cuatro palabras se iniciaba en el mundo del cine el pasado día 3 de abril, Epigmenio Rodríguez, Epi , un economista y profesor de instituto que colgó su tesis doctoral hace un año para dedicarse en cuerpo y alma a su pasión», respira y ama el cine con devoción, y no ha cejado en su empeño de convertir un guión suyo en imágenes a partir de una historia rural basada en un hecho acaecido en el León de la posguerra. Las becicletas , que así se llama su primer cortometraje, ha suscitado más expectación entre los aficionados al cine y público en general que muchos largos realizados en esta tierra. Producida por Aúpa Films el corto esta rodado en HD (Alta Definición) con kinescopado final a 35 milómetros y una duración del montaje final de unos 15 a 20 minutos. Las becicletas ha contado con un elenco de actores tanto profesionales como semiprofesionales leoneses, siendo sus principales protagonistas Ricardo García, Magin Mayo, Javier Bermejo, Jaime Rodríguez, Juan Pajares, Déborah Domínguez, Joaquín Mateos, Carolina González, Herminio López Molus , Pablo Álvarez, con un equipo técnico integrado por Javier Sánchez (ayudante de dirección y director artístico), Marina Rodríguez (Jefa de Producción y Script), Elías Soto Fombella (Director de fotografía y cámara), Jorge Gil González (Montador y ayudante de cámara), Fernando González Dini (Sonido), Miguel Gómez-Pardo (Ayudante de sonido), Pedro, Gabriel y Emilio (ayudantes), Ilia Rodríguez (Música), Pilar, Conchi, Upe y Esther (Vestuario), Ytana cosméticas, Academia Ricardo Becker, Máquinas y equipos Vidal, Las becicletas inició su andadura el pasado día 3 en Paradilla de la Sobarriba continuó en Villafeliz de la Sobarriba, León, Matallana de Torío, Acisa de las Arrimadas, Voznuevo y concluirá en León el próximo día 13 de mayo. Director autodidacta Para Epi eso de escribir guiones es tan consustancial a su idiosincrasia como el dormir y apenas necesita tiempo para ultimar el texto de un corto en un par de horas o cuatro o cinco días para hacer lo aún más difícil, escribir un largo. De ahí que sobre los anaqueles de su acogedora biblioteca aguarden cuatro o cinco de estos guiones esperando, como diría el poeta «la mano de nieve que venga a rodarlo». «Dejé aparcada la tesis en Economía hace algo más de un año -dice sonriendo- y de momento no me arrepiento. Creo que si esto que estamos haciendo concluye con dignidad y tiene la aceptación esperada la tesis aún tendrá que esperar un poco más». Las becicletas ha sido para Epigmenio como un revulsivo que le ha acercado con más detalle a ese otro mundo que él tanto ama y que sin conocer a fondo, porque no ha estudiado en la escuela de cinematografía, sin embargo su cultura cinematográfica soluciona cualquier problema que se le presente. «Además siempre tengo buenos amigos a los que pedirles un consejo o por propia iniciativa me aportan sus ideas. Escucho a todos y no desprecio ninguna, aunque al final sea yo quien corra el riesgo de equivocarme, pero ese es mi privilegio y es lo que deseo. De este modo nadie se tiene que sentir molesto si la cosa no sale como se quisiera. Yo soy el único responsable». Desde el mismo momento en que se puso a escribir el guión y lo compartió con su amigo del alma Javier Sánchez, director técnico y ayudante de dirección en este corto, «todo fue fácil -dice Epi -; Javier tiene una vitalidad contagiosa y enseguida me animó puso manos a la obra y comenzamos a trabajar con el equipo de Aúpa Films , (Miguel y Jorge) unos jóvenes entusiastas que desde que les comenté lo que traíamos entre manos no dudaron ni un instante en volcarse con el proyecto». Un proyecto que surgió después de conocer el relato de boca de un familiar y de amigos que vivieron el hecho que se narra. Con escaso presupuesto costeado por el propio director y el apoyo incondicional de varios amigos, Epi se embarcó en su primer trabajo como realizador para lo que contó con un elenco de artistas leoneses profesionales. «Hice un cásting en la Escuela de Artes Escénicas, comenta, y enseguida encontré a un par de actores de auténtica valía. Javier Bermejo y Jaime Rodríguez, luego salieron las mujeres Déborah Domínguez y Carolina González, y por último, o al mismo tiempo, Ricardo García, Magin Mayo y Juan Pajares. Con estos grandes profesionales y otro equipo de extras entre los que se encontraba el realizado Julio Sánchez Valdes, el propio Javier Sánchez, Joaquín Mateos, Herminio López Molus y Pablo Álvarez completamos lo que podríamos llamar el cuerpo principal del corto pero que no sería nada sin la ayuda de muchas otras personas que de una forma u otra fueron poniendo su granito de arena a veces, su montaña, como mis hermanas que me han ayudado con el vestuario, amigos y personas vinculadas a mi entorno desde hace años en todo momento me he visto arropado, apoyado y animado. Lo cierto es que no hubiera sido posible o al menos no con estas garantías de honestidad y entusiasmo». «Becicletas», y no bicicletas « Las becicletas es una forma de hablar de la zona y no causa extrañeza más que a los no versados en estos términos, dice Epi , así se habla en la zona donde se desarrolalaron los acontecimientos, y en especial en aquella época de una España que estaba saliendo de una lucha fraticida y comenzaba a buscar oxígeno entre los escombros» El corto cuenta con escaso presupuesto, como es de rigor en algo que comienza, pero que va a dar mucho que hablar y es la ópera prima de un director que estamos seguros no quedará en este corto todos sus desvelos. Epi es consciente de ello y como cineasta de casta tiene fe por lo que no ha dudado en correr con el riesgo de la financiación. «No tuve duda. O ponía el dinero o nadie me lo iba a dar; sobre todo a un novato. Hice de todas formas algunas incursiones por distintas instituciones leonesas y me lleve una gran decepción, por lo que decidí embarcarme en esta aventura en la que no se cómo acabaremos. De todas formas he tenido la fortuna de contar con numerosos amigos de una generosidad sin límites que no han dudado en prestarme no sólo todo su apoyo logístico, sino humano. En cualquier caso una vez que concluya solicitaré subvenciones a ver si hay suerte y les gusta mi proyecto. Sé que tengo a mi alrededor gente importante en este mundo como el director Sánchez Valdes, un gran amigo, pero no he querido pedirle consejo y preferí hacerlo por mí mismo. Si me equivoco, quiero ser yo quien lo haga, insiste, sin responsabilidades añadidas, sólo mías». Infatigable y perfeccionista Epi no descansa. Busca cada plano minuciosamente, ensaya mil veces, corrige, se deja aconsejar y actúa según de acuerdo con sus principio y su forma de ver a los personajes y la historia. Extrae lo mejor de cada actor, de cada encuadre, y no escatima en ensayar veinte veces una toma hasta la cuatro y media de la madrugada con tal de que tanto él como los actores y figurantes y todo el equipo de amigos que le rodea esté de acuerdo. «Es primordial trabajar a gusto -comenta-, y en eso nada mejor que contar con buenos amigos. Y yo, afortunadamente, los tengo. Eso es impagable y quiero agradecérselo desde aquí. Espero que guste al público y podamos llevar a cabo los otros proyectos. El tiempo lo dirá», concluye el director.