La gastronomía menorquina en un vuelo

|||| La Pomada es la bebida más típica de la isla de Menorca y la que se ofrece en las fiestas más importantes de la isla. Se trata de un combinado de limón y gin, uno de los frutos característicos de la pequeña isla mediterránea, aliado con la ginebra que viene directamente del recuerdo de la dominación de Menorca por parte los ingleses. El resultado es una bebida suave y chisposa que predispone para las celebraciones más alegres, a la vez que de alguna forma sirve de estupendo refresco. Esta bebida fue la enseña de los productos menorquinos presentados en el Hostal de San Marcos por las autoridades turísticas de la isla que, con este viaje a la meseta peninsular, han querido celebrar el establecimiento de vuelos directos entre la isla y la capital leonesa, iniciado por nuestra líneas aéreas, Lagunair . Pero la tradición gastronómica tiene en Menorca otros ilustres representantes, el primero la salsa que según el Premio Nóbel Camilo José Cela, debe llamarse siempre mahonesa, como procedente de la ciudad menorquina de Mahón, que en el idioma autóctono de la isla se llama Maó. Los quesos también figuran dentro de la nómina de estupendos manjares menorquines. Son los suyos quesos elaborados con leche de vaca. De entre ellos el que lleva la denominación de origen Maó, tiene fama mundial. El documento más antiguo que menciona los quesos de Menorca data del año 412. En los últimos años se han creado varias bodegas vinícolas que ya han comenzado a dar su fruto, los vinos menorquines más destacados son en este momento el Sacudia, elaborado con malvasía, y el Benifadet blanco y tino, el primero creado a partir de la uva chardonnay y el segundo de la merlot. Como es habitual en la comida mediterránea, los menorquines emplean en su gastronomía una mezcla de los frutos del mar y del campo. La caldereta de langosta es uno de los sus platos emblemáticos, pero no menos importantes son su cerdo asado con manzanas, el lomo con ciruelas, el pudding de berenjenas y cebollas, el pastel de concejo y el guiso de cola de buey. También hay que recordar sus embutidos, entre los que destaca la clásica sobrasada, y sus dulces en los que son capaces de combinar con meritorio acierto el queso fresco, la mermelada de albaricoque, el cabello de ángel y la manteca de cerdo. Sus caballos, sus bellezas naturales, sus monumentos históricos y, naturalmente, su gastronomía, invitan a todos los leoneses a viajar con Lagunair para conocer en profundidad todos los misterios y bellezas de esta pequeña isla balear.