Cocina de siempre al lado de San Isidoro
El restaurante La Esponja ofrece lo más característico de la gastronomía leonesa
Hay tantas maneras de entender y disfrutar la gastronomía como personas. Cada uno tiene sus gustos, si bien la mayoría conservamos en nuestra memoria, y en eso basamos nuestro gusto, los sabores, los aromas y las texturas que conocimos en nuestra niñez. La cocina de nuestras madres ha dejado un sedimento importante en nuestra idea de lo que nos es agradable dentro de la gastronomía. Pero hay comensales que van al restaurante de turno en busca de nuevas sensaciones, son aventureros de la mesa que pretenden encontrarse con sofisticadas elaboraciones creadas por cocineros emergentes que anteponen su personalidad y sus ideas al poso de tradición que la cocina ha tenido durante siglos. Por eso pueden convivir restaurantes basados en las espumas, las cocciones al vacío, loas salsas exóticas... con otros que conservan los contundentes platos de siempre. Lo importante para que uno y otros triunfen es que lo que hayan decido hacer lo hagan bien. La Esponja es un restaurante vivo, que crece día a día, fueron primero unas pocas mesas en el piso superior, después se amplió a la planta baja y ahora, una vez desaparecida la barra, el restaurante ha adquirido una importante superficie que, por cierto, se llena habitualmente tanto a mediodía como por la noche. Ha sido un triunfo basado en el trabajo constante y en las materias primas de primera calidad. Y, como no, también en una cocina sencilla pero efectiva que recoge ese impagable ramillete de los sabores de siempre. Hay otro dato importante que es necesario resaltar al hablar de La Esponja y es el cuidado que , han puesto en el menú del día. Aquí está cuidado al máximo lo que algunos restaurantes desprecian y que nosotros pensamos que es muy importante para la continuidad de un negocio de hostelería. Cada día son más las personas que tienen que comer forzosamente fuera de casa buena parte de la semana y para ellos es imprescindible encontrar un lugar donde la cocina sea buena, la comida abundante y el precio lo más bajo posible. En León hay varios lugares que se distinguen por sus menús diario, y La Esponja es uno de ellos. Pero... ¿qué se puede comer en este restaurante? Como entrantes destacamos sus Mollejas a la plancha, las tradicionales Ancas de rana, el Revuelto de oricios y gambas, los Pimientos del Bierzo con bonito y anchoas, los Puerros de Sahagún y los Chipirones a la plancha. En los pescados hay que señalar su Lubina a la plancha, la estupenda Merluza a la cazuela y los, imprescindibles congrio y bacalao al ajo arriero, al más clásico gusto leonés. También son muy interesantes sus Fritos de rape. La carne de La Esponja es verdaderamente espectacular, desde el bistec al solomillo, todo es de la mejor calidad. En este apartado destacaremos su Magret de Pato y las chuletillas de lechazo. Hay dos platos, uno de carne y otro de pescado que solamente hacen por encargo y que son el Luchazo al horno y Cocochas con almejas. En los postres caseros reseñamos su Tocinillo de cielo, el Arroz con leche, la Crema de Limón y el Sorbete de limón al cava. Todo ello cocinado con salero y sapiencia por Antonio, un clásico de los fogones de León. Comida tan sencilla como sabrosa, cocinada con mimo y con unas materias primas seleccionadas con sumo cuidado. Todo ello en el mismo centro de León y en un local decorado de maravilla por de la Red, uno de los pintores leoneses de más segura trayectoria, que ha tejido con sus murales el entramado de una bonita historia que explica de alguna manera el entorno donde se asienta este singular restaurante.