Renault Laguna III, después del verano

El rombo tiene ante sí todo un reto: superar uno de sus referentes en el segmento medio-alto. La nueva generación del Laguna, que se presentará oficialmente en el Salón de Francfort -a primeros de septiembre- y que comenzará a venderse en octubre con carrocería Berlina y Break, presume de ser un coche más cómodo y elegante, también más seguro. Inicialmente la oferta del Laguna III contará con dos motores de gasolina y cuatro diesel, con potencias que irán desde los 110 a los 175 CV. Todas las variantes mecánicas se asociarán a cajas de cambio manuales o automáticas Proactiva de 6 velocidades. A semejanza de sus competidores más directos -Peugeot 407, Audi A5- la gama Laguna III dispondrá de una versión Coupé, en la que se estrenará un innovador sistema de dirección a las cuatro ruedas que también podría adoptarse en las versiones más altas de la Berlina. Independientemente de esta novedosa aplicación, tampoco los ingenieros del rombo han querido incorporar «demasiados» elementos vanguardistas, así que se seguirá confiando en aplicaciones suficientemente probadas, como es el caso de la llave inteligente de segunda generación y el freno de mano por botón con, eso también, una sensible mejora en el confort interior: climatización más eficaz -aire acondicionado más potente- y hasta calefacción eléctrica en algunas de las versiones diesel. En el interior, junto con una visera del cuadro de instrumentos que «fluye» hacia la consola central y en la que se integra la pantalla multifunción, se adopta un joystick que maneja la información de esta pantalla, una solución utilizada por algunos fabricantes europeos en sus modelos de gama alta. En el capítulo de seguridad el Laguna III monta airbag con doble fase de inflado y pretensores dobles en los cinturones de seguridad. Aunque lo más significativo es el notable incremento de la seguridad frente a impactos laterales, con nuevos captadores para que los sistemas de protección actúen con mayor rapidez, un dispositivo que se complementa con un airbag lateral de nueva generación que deberá proteger mejor el tórax y la cadera. Mejor dinámica En el apartado dinámico, Renault afirma que el Laguna III optimiza su comportamiento por, entre otras cosas, un menor balanceo de la carrocería debido a unas barras estabilizadoras de mayor diámetro y una mayor flexibilidad de las suspensiones en ambos trenes. La dirección tendrá mejor tacto y, en general, el nuevo Laguna ahorra alrededor de 15 kilos de peso con respecto a los modelos actuales. Aunque es en las mecánicas donde el nuevo Laguna supera ostensiblemente a su inmediato antecesor con, por ejemplo, el estreno de un cuatro cilindros 2.0 litros de 145 CV, el mismo que desde hace algún tiempo se monta en el Clio y en el Nissan Qashqai (140 CV en este caso). La oferta superior se centra en el 2.0 turbo de 170 CV, con cambio Proactiva de 6 marchas. La oferta diesel arrancará con el 1.5 dCi (110 CV) que, teóricamente, presume de tener el consumo más ajustado de la gama: 5,1 litros a los cien. Mientras también se contará con el 2.0 dCi (turbo de geometría variable) que entrega 130, 150 y 175 CV, éste último será el que monte de serie la caja Proactiva de 6 velocidades, que anuncia un consumo de 6 litros. Las emisiones contaminantes cumplirán la exigente normativa Euro5. Como puede suponerse, estas serán sólo unas primeras entregas mecánicas y la gama se irá ampliando paulatinamente hasta contar incluso con una motorización V6. Apuntar finalmente que el Laguna III crece hasta los 4,69 metros de longitud (9 centímetros más que el actual) mientras, en el plano estético, el frontal -quizá lo más llamativo- destaca por unos grupos ópticos muy perfilados (diseño trapezoidal) y la línea del capó es sensiblemente más baja; se diría un diseño agresivo y «valiente», sobre todo para el segmento del que se trata. Filosofía que se advierte también en un Break con mayor superficie acristalada y que cuenta con un ingenioso mando que permite abatir automáticamente el respaldo trasero.